Entre la pandemia y la política: los roces entre Nación, Provincia y Ciudad por las nuevas medidas contra la segunda ola
Coronavirus en Argentina Tras una semana marcada por una dura tensión entre Alberto Fernández, Axel Kicillof y Horacio Rodríguez Larreta, arranca otra en la que la Corte deberá fallar en el conflicto por las clases, mientras que oficialismo y oposición deberán alcanzar un acuerdo por las PASO.
Por Damián Juárez
La semana que pasó estuvo marcada por una dura tensión entre el gobierno nacional y el bonaerense, por un lado, y el gobierno porteño, por el otro.
A pesar de que hubo muchas reuniones antes de tomar las medidas, sobre todo entre los equipos técnicos (salud, educación, seguridad), en un año electoral el kirchnerismo y el macrismo se debaten en una puja política que va creciendo, mientras la pandemia avanza sin piedad.
Axel Kicillof apuntó, al anunciar las nuevas etapas de restricciones en la provincia, a Horacio Rodríguez Larreta. Aunque no lo mencionó, se refería al alcalde porteño cuando dijo que "no es momento de tomar decisiones mirando encuestas". "No estoy dispuesto a convivir con esta cantidad de muertos por día. Estamos en campaña: campaña de vacunación", apuntó el gobernador.
"Logramos detener el crecimiento aceleradísimo que teníamos, pero con eso no alcanza", advirtió Kicillof y agregó que es "inadmisible" sostener la "meseta" en los contagios alcanzada en la Ciudad de Buenos Aires, que "involucra seguir con estos grados de tensión del sistema sanitario, que está al borde del colapso" aun antes de la llegada del invierno.
Respecto de la presencialidad educativa, Kicillof ratificó la obediencia al decreto presidencial y agregó que, a diferencia de Alemania, que cesó la presencialidad con 165 casos cada cien mil habitantes, la provincia y la Ciudad tienen 1000 y 1.370 casos cada cien mil habitantes, respectivamente.
En la misma línea, en su discurso de anuncio de las nuevas restricciones, el presidente Alberto Fernández manifestó que "es imposible especular electoralmente y al mismo tiempo cuidar a la gente; cualquier especulación que se haga terminará ayudando al virus y agravando el problema". "Las medidas ante la pandemia son estrictamente para salvar vidas. Las normas que establecemos debemos cumplirlas todos por igual", indicó el jefe de Estado.
"Todas las decisiones que se toman en la Ciudad -explicó Larreta- están basadas en los datos y la evidencia". Reafirmó su "necesidad de mantener las clases presenciales en forma cuidada", ya que "son fundamentales en la formación de los chicos y porque los datos confirman que la escuela, al respetar todos los protocolos, no es un lugar de mayor contagio", dijo.
La semana que arranca también será de alta tensión política. Como se explica más abajo en esta misma nota, la Corte debería fallar en el conflicto que separa a la Nación y la Ciudad por las clases, mientras que antes del 10 de mayo el oficialismo y la oposición deben llegar a un acuerdo respecto de las elecciones PASO, que serían trasladadas un mes, pasando de agosto a septiembre.
Foco en la presencialidad
Mientras tanto, la cuestión de la presencialidad sigue generando polémica mediática entre los funcionarios nacionales y los porteños. El ministro de Educación, Nicolás Trotta, insistió este sábado en remarcar "la irresponsabilidad y la especulación política" del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta. "Si bien, en las oportunidades que conversé con él, veo que hay un esquema de fuerte presión de parte del ala más dura de Juntos por el Cambio, me parece que quienes tienen la carga pública de gobernar tienen que asumir todos los costos", aseguró el ministro.
Trotta aludió así a la postura de la titular del PRO, Patricia Bullrich, que había cuestionado a Larreta por haber dispuesto un esquema bimodal (que mezcla clases remotas con presenciales) para los alumnos de la escuela secundaria. En la polémica también intervino el vicejefe de gobierno de la ciudad, Diego Santilli, quien indicó que la gestión porteña "no busca ninguna confrontación" al plantear un esquema de clases diferente a lo dispuesto por el Presidente.
En el último decreto, el titular del Ejecutivo nacional dispuso que no debe haber clases presenciales en ningún nivel en el AMBA, aunque la Ciudad las mantendrá para el nivel inicial y la escuela primaria.
Santilli explicó que la Ciudad colaboró con las restricciones al reducir la circulación de un total de 620.000 personas con distintas medidas adoptadas, y de este modo poder sostener la educación en las escuelas.
En este conflicto resta aún que se defina la Corte Suprema, luego de que la Ciudad llevara el caso ante el máximo tribunal. La Corte podría resolver ahora ya sin tanta presión, porque el DNU que generó el planteo original ya fue extendido en el tiempo.
Se aguarda una "decisión salomónica" que critique a ambas partes, pero que deje a salvo la autonomía de la Ciudad.
Otra parte de la decisión del tribunal supremo tendría que ver con pedirle al Presidente que algunas decisiones las pase por el Congreso y no las maneje con decretos y, para anticiparse, por eso es que Fernández anunció que enviará una ley para que sea el Parlamento el que regule las atribuciones de cada jurisdicción en tiempos de pandemia.
Por D.J.