En el partido bonaerense de Presidente Perón, una vecina debe ingeniarse los medios para acudir a un centro de salud cercano, a fin de dializarse periódicamente. Puesto que debe sortear los baches, por el avanzado deterioro de las calles del barrio El Ministro, donde ella reside, dado que las ambulancias no ingresan. Una odisea que Mary padece hace años, y que las autoridades municipales prometieron resolverle, pero hasta el momento no se han cristalizado las obras.

"Nos tienen recontramil abandonados, porque vinieron a zanjear, pero no quieren tirar tosca", reveló Marcela Jaku, quien vive en el barrio El Ministro, a pocos metros de Mary. La enfermera, de 62 años, sufre diabetes, y por lo tanto debe someterse a diálisis en tiempo y forma. Una necesidad que se ve afectada por las dificultades de traslado, en razón de que las unidades sanitarias no acceden a su domicilio por la sinuosa traza de la calle Rubén Darío.

Promesa incumplida

A fines de mayo pasado Jaku difundió el caso de su vecina en las redes sociales, y por lo tanto la intendencia, encabezada por Blanca Canteros, tomó cuenta y se comprometió con la vecina a realizar el zanjeo y, al menos, un mejorado de la calle. Sin embargo las autoridades municipales solamente cumplieron con el primero de los requerimientos de la mujer.

Al respecto, Marcela aseguró que el camino mencionado "quedó imposible. Es como un jabón, yo le tuve que hacer el tren delantero a mi camioneta, que relativamente es nueva, y a Mary le pasa lo mismo. Hace lo imposible para salir, pero hay ocasiones en que le es imposible salir del barrio porque su auto no puede pasar las lomas de burro, ya que estas son muy altas, y están prohibidas en una zona rural".

En consecuencia, a fin de tener sus accesos transitables, los propios vecinos decidieron comprar escombros o ladrillos, para que luego las máquinas municipales cubran los baches. Sin embargo, "las trajeron un día de lluvia. Una burla, y quedaron los ladrillos arrojados, y por eso no podíamos pasar en nuestros vehículos", detalló Marcela Jaku.

Una falta de respuestas y omisiones por las que los mismos residentes del barrio El Ministro confiesan que "es agotador porque le tenemos que andar rogando al municipio para que nos cumpla con algo que prometió y corresponde hacer". Mientras tanto Mary y su esposo, que padece cáncer, afrontan la tediosa aventura de esquivar los pozos para satisfacer una necesidad tan básica como una atención médica.