Tras perder en 2019, hay que reconocerle a Juntos por el Cambio el mérito de haber mantenido una oposición unida, lo que permitió que ganasen en las PASO y que se tengan mucha fe por los resultados que surgirán de estas legislativas.

El propio domingo a la noche muchas de esas tensiones contenidas, algunas de las cuales empezaron ya a aparecer en campaña, podrían desatarse y generar nuevos escenarios de poder.

La carrera presidencial es el primer campo de batalla donde se medirán las distintas vertientes que compiten dentro de Juntos por el Cambio.

Horacio Rodríguez Larreta, quien fue el que designó tanto a Diego Santilli como a María Eugenia Vidal como candidatos, podría quedar ya posicionado rumbo al 2023 si Cambiemos triunfa en la Capital Federal y en la provincia de Buenos Aires.

Pero enfrentará de inmediato competencia: Patricia Bullrich quiere ser Presidenta y ya lo dejó en claro en un acto que compartió días pasados con el jujeño Gerardo Morales, otro que también sueña con la Rosada.

Y también habrá que ver qué pasa con el propio Mauricio Macri, que, lejos de haberse alejado, fue protagonista de la campaña y metió mucho ruido. Primero, haciendo un acto político cuando fue a declarar en la causa por espionaje a los familiares del "ARA San Juan", y luego, cuando elogió a Javier Milei en plena campaña, mientras el libertario aparece en el horizonte como una seria amenaza para la lista que encabeza Vidal.

Por lo tanto, primero habrá seguro una batalla interna en el PRO: palomas versus halcones y larretistas versus macristas.

Y también aparecen pidiendo pista los radicales, que ya organizaron a fines de octubre un acto en Ferro para avisar que quieren tener más de un candidato presidencial. Manes, Cornejo, Morales y, por qué no, Lousteau son algunos de los nombres que suenan desde la UCR. La buena elección de Manes en las PASO, cuando sacó más de un millón de votos, y del gobernador correntino, Gustavo Valdés, que arrasó en los comicios provinciales, alientan la esperanza de los "boinas blancas".

También se lanza el lunes una carrera dentro de Cambiemos por la gobernación bonaerense. Están anotados Santilli, Jorge Macri y varios intendentes, además de Cristian Ritondo.

Y surgirá en paralelo la disputa por el reemplazante de Larreta en CABA, con Vidal en primer lugar y un Lousteau que siempre quiso ese puesto de jefe de gobierno de la ciudad.

Bancas

Más allá de estos posicionamientos internos, lo inmediato serán las bancas legislativas, y en estos comicios la oposición apunta a lograr el número mágico de 120 diputados nacionales, por un lado, y a quebrar la hegemonía peronista de décadas en el Senado, por otro.

Todavía no está saldada la discusión interna respecto de si Cambiemos, de confirmar los números de las PASO, pedirá la presidencia de la Cámara de Diputados, tal como sugirió durante la campaña María Eugenia Vidal.

La oposición también deberá discutir en las próximas semanas cuál será su posición frente al posible envío por parte del Ejecutivo de un paquete de leyes para relanzar la economía tras los comicios.

Si desde la Casa Rosada se lanza una propuesta de diálogo con la oposición, habrá que ver qué posturas surgen en Cambiemos para transitar estos dos años hasta 2023 y qué relación van a tener con el gobierno.