El fiscal Carlos Rívolo solicitó al juez Julián Ercolini el análisis del teléfono celular del ex presidente Alberto Fernández, recientemente secuestrado tras la denuncia de su ex pareja, Fabiola Yañez, por violencia de género. 

La intención es obtener información y conversaciones que puedan ser relevantes en la causa de corrupción relacionada con los negocios de seguros en la que también está implicado Fernández.

El celular del ex mandatario no fue inicialmente incautado en la causa de los seguros, a diferencia de lo que ocurrió con otros involucrados, como el broker Héctor Martínez Sosa y su esposa, María Cantero, quienes fueron allanados previamente. Sin embargo, el contenido del dispositivo de Cantero, quien también era secretaria de Fernández, reveló mensajes y fotos donde Yañez narraba episodios de maltrato por parte del entonces presidente. Este material motivó a la justicia a contactar a Yañez, quien finalmente decidió denunciar.

El juez Ercolini, encargado de la causa, separó esta información en un expediente aparte y, a través del abogado Juan Pablo Fioribello, contactó a Yañez, que reside actualmente en España, para que formalizara su denuncia. “No aguanto más, quiero hacer la denuncia”, expresó la ex primera dama durante una declaración por videollamada de 40 minutos, en la que relató estar sufriendo "terrorismo psicológico" y "acoso telefónico" por parte de Fernández.

Ante estas revelaciones, el juez impuso una serie de medidas cautelares que incluyeron la prohibición de cualquier tipo de contacto entre Fernández y Yañez, así como la salida del país del ex presidente y un refuerzo en la custodia de la ex Primera Dama.

El viernes 9 de agosto, siguiendo la petición del fiscal Rívolo, el juez Ercolini decidió separar la denuncia por violencia de género de la causa de los seguros, la cual recayó en su mismo juzgado. Como parte de las medidas cautelares, se ordenó el secuestro del celular de Fernández debido a que Yañez declaró que el ex presidente continuó hostigándola a pesar de la orden de restricción.

Esta semana, Yañez formalizó su denuncia y Fernández fue imputado oficialmente, lo que llevó a las primeras medidas de investigación, incluyendo inspecciones en la Quinta de Olivos y la citación de testigos. Mientras tanto, el análisis del teléfono de Fernández sigue pendiente, y podría arrojar pruebas clave tanto en el caso de violencia de género como en la causa de corrupción.

En su escrito más reciente, el fiscal Rívolo solicitó que cualquier información relevante encontrada en el celular de Fernández durante el análisis sea incorporada como prueba en la causa de los seguros.

"Independientemente de los límites con los que Vuestra Señoría eventualmente ordene el análisis de la información que pueda llegar a obtenerse de esos dispositivos y su posterior inclusión en el expediente mencionado (...), ante la posibilidad de que al momento de efectuarse el análisis y evaluación sobre toda esa información extraída de esos dispositivos, V.S constate la existencia de elementos que sean de interés para la presente causa en la que se encuentra investigado el nombrado, se agreguen como prueba en estas actuaciones", argumentó el fiscal en su presentación.