Con los resultados obtenidos el domingo en las elecciones legislativas 2021, el Frente de Todos se quedará a partir del 10 de diciembre sin quorum propio en el Senado y la coalición opositora de Juntos por el Cambio achicó diferencias.

De los ocho distritos nacionales en donde se renovaron bancas para la Cámara Alta, Juntos por el Cambio logró imponerse en seis, que fueron Corrientes, Córdoba, Mendoza, Chubut, La Pampa y Santa Fe; mientras que el Frente de Todos solo obtuvo el triunfo en Catamarca y Tucumán.

De esta manera, en esta elección el oficialismo se quedó con 9 bancas de las 15 que ponía en juego, luego de perder cinco frente a Juntos por el Cambio y una banca a manos del peronismo cordobés.

Por su parte, la principal coalición opositora, que ponía en juego 9 bancas, obtendrá 14 y sumará sumará 31 legisladores en la Cámara Alta a partir del próximo mes.

Con esta nueva conformación del Senado, el Frente de Todos pasó de tener 41 senadores a tener 35 bancas, cuando necesita tener 37 representantes para lograr el quorum propio.

El Senado, presidido por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, tendrá además un bloque de seis senadores provinciales, que pasarán a cumplir un rol fundamental en la disputa entre el oficialismo y la oposición a la hora de buscar aprobar proyectos de ley y decretos enviados por el Presidente.

El senador rionegrino y ex gobernador provincial Alberto Weretilneck y la senadora misionera Magdalena Solari aparecen como dos de las opciones más cercanas para el Gobierno en búsqueda de lograr sumar dos aliados en el recinto que le permitan llegar a las 37 votos propios y lograr quorum.

A su vez, el salteño Juan Carlos Romero, la neuquina Lucila Crexell y la riojana Clara Vega del interbloque Parlamentario Federal, que suele sumarse a Juntos por el Cambio, le daría la posibilidad al principal bloque opositor de alcanzar las 34 bancas y casi empardar en cantidad de representantes al oficialismo.

Sin embargo, la oposición no obtuvo tampoco las bancas suficientes para llegar a obtener quorum propio, lo que hace vislumbrar un escenario en donde tanto Juntos por el Cambio como el Frente de Todos se verán obligados a entrar en permanente búsqueda de consensos y negociación, al no haber una mayoría absoluta de ninguno de los dos lados.