La reapertura de las fronteras, algunos proyectos de infraestructura en común y el futuro del Mercosur estuvieron entre los principales temas que los presidentes de Argentina y Uruguay, Alberto Fernández y Luis Lacalle Pou, tocaron este viernes por la noche.

El encuentro se produjo en la Quinta de Olivos, en el marco de la fugaz visita de Lacalle Pou. En la cena también estuvieron presentes los cancilleres de ambos paises, Felipe Solá y Francisco Bustillo. Fue una devolución de gentilezas, porque ambos mandatarios ya se habían reunido en noviembre en la Estancia Anchorena, ubicada cerca de Colonia del Sacramento. 

La clásica foto en la entrada del chalet presidencial.

A causa de la situación sanitaria, las fronteras entre ambos países están virtualmente cerradas. Sin embargo, la idea de Uruguay es volver a habilitar el ingreso de extranjeros a partir del 1 de septiembre, siempre con test negativo en mano y otros cuidados.

Pero la cuestión más urticante es el Mercosur, que en los últimos meses mostró fisuras más importantes de las esperadas. En marzo, cuando se celebraron los 30 años de la creación del bloque regional, Lacalle Pou manifestó una postura más interesada en abrirse al comercio con otros países extrazona que en intensificar los lazos con los socios naturales.

"No estamos dispuestos a que el Mercosur sea un corsé por el que nuestro país no pueda moverse", dijo aquella vez el uruguayo. "Si somos un lastre, que tomen otro barco", replicó Fernández en un clima de indisimulable tensión.

Otros temas que estuvieron en el tapete fueron el futuro de las hidrovías de los ríos Paraná, Paraguay y Uruguay. En particular de la primera, cuyo período de concesión a un operador privado ha finalizado, en coincidencia con una bajante histórica que ya empezó a dificultar las exportaciones de granos argentinos a través del puerto de Rosario.

Fuentes diplomáticas uruguayas dejaron trascender que también se tocará la posible construcción de un puente internacional entre las localidades de Bella Unión y Monte Caseros. Además, Argentina podría ofrecer un radar de la empresa Invap para el aeropuerto de Carrasco, en Montevideo.