Crisis automotriz: denuncian despidos encubiertos en Volkswagen Argentina tras el recorte de 300 puestos en sus plantas
La empresa argumenta que la medida se debió a la baja en las ventas, mientras que los trabajadores afectados aseguran que la compañía disfrazó despidos como retiros voluntarios.
Volkswagen Argentina se convirtió en el centro de un creciente conflicto laboral luego de que se conociera la reducción de 300 empleos en sus plantas de General Pacheco y Córdoba. Mientras la empresa defiende su decisión como una medida necesaria para adaptarse a la baja en las ventas y a la crisis del mercado automotor, un grupo de trabajadores denuncia que la compañía encubrió despidos bajo el manto de un programa de retiros voluntarios y prejubilaciones.
Los datos de la industria automotriz en 2024 mostraron una leve mejoría en los últimos meses, pero la caída en las ventas durante la primera mitad del año obligó a muchas fábricas a ajustar su personal y producción. Volkswagen Argentina no fue la excepción, y según fuentes de la empresa, se implementaron “programas de retiro voluntario y de prejubilaciones” para adecuar su estructura a la nueva realidad del mercado.
“Es real que este año hubo gente que fue saliendo pero no fue a través de despidos sino de un programa de retiros voluntarios que no es nuevo sino que comenzó hace más de cuatro meses, y no sólo contempla a operarios de las líneas de producción, sino también a personal jerárquico y ejecutivos. Esta información es algo que hacen circular desde la izquierda sindical”, informaron extraoficialmente desde la compañía.
No obstante, un grupo de trabajadores, bajo la consigna “Trabajadores Despedidos de Volkswagen en Lucha por la Reincorporación”, sostiene que la empresa ha llevado a cabo despidos encubiertos. En un comunicado difundido por redes sociales, los empleados afectados denunciaron que “lo que había comenzado con un ‘proceso de reorganizar’ la producción a costa de que sus empleados acepten los retiros -in-‘voluntarios’ terminó en despidos encubiertos para quienes decidieron mantener su fuente de trabajo en relación de dependencia”.
El grupo asegura que “el número de despedidos asciende a más de 300” y que la empresa afectó incluso a trabajadores con enfermedades graves o cercanos a la jubilación.
Volkswagen Argentina, por su parte, negó rotundamente estas acusaciones: “No sólo no lo haríamos porque somos una empresa que valora a sus trabajadores, sino que además no podríamos hacerlo tampoco por las leyes laborales”.
En su declaración oficial, la automotriz explicó que “dada la baja de los mercados, durante 2024" debieron "adecuar la estructura de las plantas a la nueva situación del mercado local y exportación para garantizar la sostenibilidad de la compañía y las personas que trabajan en ella”. Además, destacaron que “la compañía mantiene un diálogo fluido con los representantes de los trabajadores”.
La crisis en Volkswagen Argentina es reflejo de un escenario complicado para toda la industria automotriz en el país. Las ventas de autos y vehículos comerciales livianos cayó un 19,1% en lo que va del año, la producción automotriz bajó un 24,3% y las exportaciones del sector están un 14,1% por debajo en comparación con el mismo período del año anterior.
En este contexto, Volkswagen, que fabrica los modelos Amarok y Taos en su planta de General Pacheco, y ensambla motos Ducati, camiones Volkswagen y cajas de cambio en su centro industrial de Córdoba, parece enfrentar una encrucijada para mantener su operación y preservar los empleos.
Mientras tanto, los trabajadores despedidos se comprometieron a continuar su lucha para ser reincorporados, denunciando que sus familias “no pasarán hambre a costa de más ganancias empresariales”.