Aumento de gas: las tarifas podrían subir más de lo previsto si el Gobierno no subsidia las importaciones
Si el Ministerio de Economía no destina fondos para el Gas Natural Licuado que es importado, el costo podría trasladarse a los usuarios.
Los incrementos de los servicios no dan respiro. Tras los aumentos de la luz y el agua, crece la preocupación por las boletas de gas que comenzarán a llegar en los próximos días luego de que el Gobierno advirtiera que las subas recientes sólo abarcan los precios mayoristas acordados con petroleras con producción nacional y distribuidoras, no así las importaciones de Gas Natural Licuado (GNL).
De acuerdo a lo estipulado en la Resolución 41/2024 de la Secretaría de Energía dictada a fines de marzo, no se trasladó a los usuarios el costo estimado de las importaciones, que habitualmente es mayor que la producción local.
El Gobierno explicó que los incrementos pactados convalidaron los precios mayoristas que surgen de los contratos de las petroleras con producción nacional y las distribuidoras, formalizados con el Plan Gas. Pero el pago de del gas importado que llega por barcos al puerto bonaerense de Escobar, le mete más presión a los aumentos de tarifas.
Si el Ministerio de Economía no destina fondos para abonar la diferencia con subsidios, quedarían en riesgo los contratos económicos del sector. Si bien no está en peligro el abastecimiento "físico", la duda es quién afrontará ese gasto adicional.
Para este año está confirmada la compra de 30 cargamentos de gas importado que llegarán entre abril y agosto, por la empresa pública Energía Argentina (Enarsa). En los primeros días de este mes la compañía compró los primeros 10 cargos por 210 millones de dólares, a un costo promedio de US$9,99 por millón de BTU; y este martes realizó la segunda licitación, que adjudicará en las próximas horas, con un costo que sería apenas más alto.
En años anteriores, Enarsa se hacía cargo de casi todo ese costo, sin embargo esta vez el Gobierno decidió licitar en el Mercado Electrónico de Gas (Megsa) todo el gas importado para las distribuidoras a un precio de US$12,90, que incluye la importación y el proceso de regasificación.
Las nuevas autoridades de Enarsa lo intentaron dos veces y ninguna distribuidora quiso comprar el gas. Según trascendió, hay desconfianza de que el Gobierno vaya a autorizar el traslado de ese costo a los usuarios en medio de un ajuste acompañado de tarifazos en los servicios básicos.
Así las cosas, en abril se registró un fuerte aumento del gas que supera el 650% interanual por la eliminación casi total de subsidios a los hogares N1 (ingresos altos), los comercios y las industrias, así como una quita parcial de la ayuda del Estado a los hogares N2 (ingresos bajos) y N3 (clase media).
En mayo habrá otro incremento por los precios de invierno: el gas sube de US$2,89 a US$4,43 por millón de BTU en la zona de la Ciudad y el Gran Buenos Aires (GBA), donde tiene concesión Metrogas.
Si el Gobierno se niega a subsidiar el costo de las importaciones y decide trasladarlo a los usuarios, las boletas de gas sufrirían otro sacudón.