En el Palacio del Eliseo de París, el presidente argentino, Alberto Fernández, fue recibio con un abrazo por parte de su par francés, Emmanuel Macron. Compartieron durante media hora un ping pong de temas que serán centrales para los encuentros de los que formarán parte los próximos días: el Foro por la Paz en Francia y la Cumbre del G20 en Bali, Indonesia.

De esta manera, cronica.com.ar pudo reconstruir cómo fue la conversación que arrancó con el intento de magnicidio a la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, continuó con la guerra en Ucrania, siguió con la necesidad de fortalecer la integración regional en América Latinak, pasó por el triunfo de Lula Da Silva en Brasil y concluyó con el pedido de apoyo a Macron para que el Fondo Monetario Internacional (FMI) revise su política de sobrecargos que tiene con los países endeudados, como la Argentina.

Fernández se sentó con Macron acompañado por la comitiva que integran el canciller, Santiago Cafiero, los secretarios General de la Presidencia, Julio Vitobello; de Comunicación y Prensa, Gabriela Cerruti; la embajadora argentina ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura ((Unesco), Marcela Losardo, y la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Todesca.

Sobre el atentado contra Cristina Kirchner
Como anfitrión, Macron fue el que planteó los temas a tratar en la bilateral. El presidente francés comenzó por lamentar el intento de asesinato a la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner. Consultó a Fernández si hubo novedades que ayuden a esclarecer quienes son los autores. Según contaron fuentes de la delegación argentina, el mandatario nacional le agradeció la preocupación y le comentó que “estamos esperando que la Justicia avance más rápido”.

La Vicepresidenta tuiteó este mediodía que ha instruido a sus abogados a recusar a la jueza María Eugenia Capuchetti. “El Presidente está de acuerdo con el planteo de Cristina, comparte su mirada”, aseguraron desde su entorno.

Guerra en Ucrania
La guerra en Ucrania fue un tema central de la bilateral que se da en la antesala del Foro por la Paz que desarrollará a partir de mañana y al que Alberto Fernández fue invitado especialmente por Macron en el doble rol que ejerce como, también, presidente Pro Témpore de la Celac. En este punto, el pedido vino por parte del Presidente francés que busca alinear a varios líderes mundiales de diferentes regiones con un planteo “fuerte” de cese a la guerra que comenzó con la invasión de Rusia.

“Necesito que voces importantes como la tuya se pronuncien al respecto y pidan un cese al conflicto”, contaron fuentes cercanas a la comitiva sobre lo que Macron le dio a Fernández. Asimismo le manifestó su interés de que le haga llegar la necesidad de esta postura al presidente electo de Brasil, Lula Da Silva, con quien el mandatario argentino se reunió en San Pablo a pocas horas de ganarle la elección al presidente Jair Bolsonaro.

Venezuela, ok
Para Macron, en tiempos de escasez de energía, retomar la relación con el país petrolero de Centroamérica es un asunto importante. Mañana habrá una reunión al respecto en el marco del Foro por la paz de la que participarán representantes del gobierno de Nicolás Maduro y de la oposición liderada por Juan Guaidó. También estará el jefe de Estado de Colombia, Gustavo Petro. Macron le aseguró a Fernández que “tomará su línea” para encarar la conversación de no aislamiento aunque sí seguimiento de la política de derechos humanos en ese país. 

FMI y sobrecargos
Alberto Fernández compartió con Macron el panorama social y económico en Argentina. Ante la consulta del francés le explicó, según pudo reconstruir este medio, que “estamos en una etapa de crecimiento aunque existen múltiples desafíos agravados por los efectos de la guerra en Ucrania”. En este punto del ping pong en el Palacio del Eliseo, el presidente argentino planteó una vez más ante el líder europeo la necesidad de recibir el apoyo explícito de las grandes potencias del viejo continente para que el FMI revise su política de sobregiros que pagan países endeudados, como la Argentina, por encima de la cuota que le corresponde como miembro.