La Justicia federal investiga una amenaza que recibió en las últimas horas el hijo mayor del presidente Alberto Fernández a través de la aplicación de mensajería instantánea Whatsapp, informaron fuentes judiciales.

"Cuídate, vas a hacer boom", fue el mensaje que recibió Estanislao Fernández en su teléfono personal y que el mandatario denunció en sede policial. 

“Fue una amenaza muy explícita”, informó a esta agencia una fuente que pudo ver el mensaje y que explicó que eso fue lo que motivó al Presidente a radicar la denuncia.


La presentación fue realizada el jueves en sede policial, desde donde se notificó al juzgado federal de turno (el 9, interinamente a cargo de la jueza María Eugenia Capuchetti), que tras formar el expediente y disponer las medidas urgentes lo mandó a sorteo: la causa quedó radicada ante el juzgado de Daniel Rafecas con intervención de la fiscalía que encabeza Eduardo Taiano.

Los investigadores preveían disponer una serie de medidas de prueba que son la habituales en este tipo de casos: la identificación del código IP del dispositivo desde el que salió el mensaje, la geolocalización de ese dispositivo, la identificación de su titular y otras vinculadas con el perfilamiento del emisor de la amenaza.


El hijo de Alberto Fernández ya había recibido otra amenaza

No es la primera vez que el hijo del presidente recibe amenazas. En septiembre de 2022, un hombre de 37 años que lo amenazó por redes sociales fue enviado a juicio.

Todo el material probatorio fue aportado a la causa que recayó en manos del juez Sebastián Casanello, en ese momento a cargo interinamente del juzgado federal 12. Según se explicó, las amenazas anónimas se recibieron al menos desde el mes de junio del año 2020 hasta el 13 de julio de 2021, mediante diferentes usuarios de redes sociales y desde un correo electrónico, con el fin de amedrentar a Estanislao Fernández y a César Damián Cabrera. Según detalla el fallo, los mensajes decían que Estanislao Fernández y Damián Cabrera serían “cargados en un Falcon verde”, que “los iban a torturar”, “a cortar la cabeza”, “a quemar vivos”, “a tirarlos en un basural”.

El acusado fue procesado por amenazas anónimas en cinco hechos y como coautor de tenencia ilegítima de armas de uso civil. Dispuso su prisión domiciliaria y lo embargó por dos millones de pesos. Al su hermano mayor, en tanto, lo excarceló pero sometido a tobillera electrónica, pero quedó procesado por el arma y embargado en 200 mil pesos.

Finalmente, en septiembre del 2022, el imputado admitió la responsabilidad y fue beneficiado con una probation, por la cual se comprometió a realizar tareas comunitarias y cursos de derechos humanos y contra la discriminación en el INADI.