"Vení rápido porque me va a quemar viva": la mamá de la joven asesinada por el kiosquero reveló el dramático pedido de auxilio
La mujer, llamada Fátima , habló este viernes con Crónica HD . Contó que el sospechoso había citado a la chica a las 10 de este jueves en un punto del Gran Buenos Aires. Dijo además que el acusado “abusaba de todas las chicas que trabajaban” con él.
Un comerciante de 54 años fue detenido en el Gran Buenos Aires bajo la acusación de asesinar a golpes a una ex empleada suya, de 26.
Fuentes policiales informaron este viernes a Crónica HD que el sospechoso fue identificado como Marcelo Álvarez, dueño de kioscos. Además, reportaron que la víctima fue reconocida como Antonella Striano.
La mamá de la víctima, Fátima, habló este viernes en exclusiva con el canal y dijo que su hija “no fue a reclamar sueldo ni nada parecido” al encontrarse con el sospechoso este jueves, contra una primera versión que hubo del hecho, sino que fue a un punto del Gran Buenos Aires, a las 10, para “concretar un negocio”.
“Hace dos años ella dejó de trabajar en la golosinería porque él (por el acusado) le había alquilado un departamento al lado y un día la echó como a un perro”, relató Fátima.
La mujer completó: “Hace dos meses él la llama y le ofrece abrir una cafetería. Le dice que iban a buscar socios en común”.
Fátima contó que la relación que mantenían Antonella y Álvarez era de “patrón y empleada”. Y añadió: "Yo todavía no vi el cuerpo de mi hija. Me entero por ustedes que tiene un golpe en la cabeza. Es un hijo de p… este tipo”.
El dramático pedido de auxilio de Antonella
Fátima precisó luego que su hija “siempre le tuvo miedo” al kiosquero y reveló luego un desgarrador pedido de auxilio de Antonella. “Dijo que la fuéramos a buscar urgentemente al departamento. Me dijo: ‘Vení rápido, mamá, porque me va a quemar viva’”, recordó.
Fátima manifestó después que su hija le contó que el sospechoso “acosaba a las chicas”. Y agregó: “Nunca me dijo a ella. A lo mejor ella no quiso acceder a algo y pasó esto (por el crimen)”.
Por último, al referirse al kiosco en el que había trabajado Antonella con Álvarez como empleador, expresó que el acusado “abusaba de todas las chicas que trabajaban en el lugar”.
