El video de un robo, que tiene como escenario un comercio situado en la ciudad de  Mar del Plata, provoca una mezcla de indignación y sorpresa. Es que una vez que el delincuente armado se hace de la recaudación de un kiosco, a plena luz del día, se despide de los empleados de una manera inusual y sorprendente, con un "puñito", en señal de adiós.

Según trascendió en medios locales, se presume que por la modalidad delictiva con la que actúa, sería el mismo sujeto que días atrás, habría protagonizado otro robo en la zona. Es que gracias a los registros fílmicos, se comprobó que en ambos ílicitos, que sucedieron en un lapso de cuatro días entre sí, el delincuente, que apunta con un arma a los empleados, tras exigir y sustraer la recaudación de los comercios, se despide de las víctimas, haciéndoles "puñito".

El último hecho ocurrió en un kiosco situado en el barrio La Perla, de Mar del Plata, pasadas las 16:30, donde el delincuente que llevaba un arma bajo su campera, ingresa al local y a través de amenazas al empleado le exije que entregue el dinero de la caja registradora.

Las cámaras de seguridad del lugar grabaron la secuencia. Luego que la víctima le da el dinero, el sospechoso le choca el puño al empleado y se retira del lugar.

Cabe destacar que se presume que sería el mismo delincuente, que días atrás realizó otro robo en la zona. Es que en un hecho pasado, el ladrón llevó adelante la misma modalidad de robo: ingresar al establecimiento, y amenazar con un arma a los empleados.

Una vez que tiene la recaudación consigo, se despide de las víctimas con el curioso gesto, retirándose del lugar con total tranquilidad, como quien ha cumplido la misión del día.

Estos incidentes generaron preocupación en la zona de Independencia y Maipú, ya que el mismo delincuente habría perpetrado dos robos en un corto lapso de tiempo, y no se descarta que cometa más en los próximos días.

De ser detenido, el delito cometido por este sujeto, estaría encuadrado en robo agravado debido a que, según lo muestran las cámaras de seguridad, exhibe un arma, con el que amenaza, y luego oculta. Este delito presenta una pena que va de cinco a quince años más de cárcel.

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