Un peligroso motochorro al que se le atribuyen una serie de robos a mano armada, fue detenido en el noroeste del Gran Buenos Aires, luego de tareas de investigación que tuvieron una pista, que fue una de las claves para ubicarlo: el teléfono celular robado a una de sus víctimas.

Fuentes policiales informaron a cronica.com.ar que el último ataque que se le adjudica al sospechoso, ocurrió el 26 de junio, cuando, junto a un cómplice, atacaron a una pareja, a quienes les sustrajeron una moto Honda XR, celulares y demás pertenencias.

Sin embargo, ese no había sido el único, ya que también habían atacado, bajo el mismo modus operandi, abordaron a un joven de 26 años, a quien amenazaron con armas y despojaron de su Honda Tornado, entre otras cosas de valor.

Al recibir las denuncias, los investigadores del caso analizaron las cámaras de seguridad para determinar la identidad de los autores de ambos hechos y la ruta de escape. No obstante, el dato más importante que permitió avanzar en la causa fue uno de los teléfonos sustraídos.

Según indicaron los voceros, los funcionarios policiales abocados a la búsqueda de los delincuentes, lograron establecer el paradero de uno de ellos gracias a que la ubicación GPS de aparato se mantuvo encendido el tiempo necesario para poder rastrearlo.

Días más tarde, luego de obtener las pruebas suficientes para allanar, la Justicia avaló lo actuado y los uniformados concretaron la captura del imputado, quien fue sorprendido en una vivienda ubicada en Noruega al 4400.

Los efectivos que encabezaron el operativo descubrieron que, además del pedido de detención que pesaba sobre él, por los delitos de "robo calificado por el uso de arma", por los hechos antes descritos, también tenía captura activa por robo agravado, por otro episodio de inseguridad cometido en otro ámbito judicial.

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