El Tribunal Oral Federal de la ciudad chaqueña de Resistencia condenó, último lunes, a 15 años de prisión a la dirigente social Élida Mambrín, tesorera de la asociación No Me Olvides, acusada de prostituir a cerca de 70 mujeres de origen carenciado, que llegaron a su asociación para recibir el plan social Foco, que estimula emprendimientos y educación, entre otros beneficios estatales.

Además, fue señalada como culpable de dos casos de abuso sexual, de los cuales fue considerado gravemente ultrajante.

Según las víctimas, las hacían trabajar dentro de la fundación como falsas secretarias en diversos puntos de la provincia y en otras asociaciones con las que se habían firmado convenios. Todo ocurrió entre marzo de 2018 y el mismo mes de 2020.

Entre otras tareas, las chicas eran obligadas a tener sexo con ciertos funcionarios a cambio de los planes sociales.

Elida Mambrín fue considerada coautora del delito de trata de personas con fines de explotación sexual; de un caso de abuso sexual gravemente ultrajante; y de uno de abuso sexual simple, todos en concurso real.

Por otro lado, Rolando "Kilo" Vallejo, el presidente de la asociación civil "No Me Olvides", principal imputado de la causa, pero con el pedido de captura se suicidó en mayo de 2020.

Élida Mambrín y su marido Rolando Vallejo, líderes de organización que captaba chicas para explotación sexual.

Hubo una tercera persona también condenada y es Lorena Quintana, quien recibió la pena de tres años de prisión en suspenso como partícipe secundaria.

El veredicto del tribunal tuvo coincidencia plena con el requerimiento formulado en el alegato por el fiscal general Federico Carniel y la fiscal cotitular de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX), Alejandra Mángano.

Todavía no se definió que monto de reparación para las víctimas que se van a definir según los "considerandos" que se van a publicar en la lectura de los fundamentos que se leerán el próximo 13 de septiembre.

Así funcionaba el falso sistema de planes sociales

Las dos mujeres que reclutaban las chicas a través de la mencionada asociación civil, estaban relacionadas con hombres vinculados al poder chaqueño y a cambio, recibían "becas" o planes pagos con dinero público.

Pero en vez de exigirle cualquier actividad, obligaba a las víctimas a que tuvieran relaciones sexuales y otras prácticas humillantes.

Élida Mambrín.

La captación la hacían a través de las redes sociales y una vez que las seleccionaban, les exigían buena presencia, físico y vestimenta y después las exhibían.

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