Un colectivero fue víctima de un violento asalto en la noche del lunes, cuando un grupo de delincuentes lo atacó y le cortó tres dedos con un machete mientras realizaba su recorrido.

Las líneas 749, 449 y 391, que pertenecen a la empresa Expreso Parque El Lucero, se encuentran de paro en reclamo de mayor seguridad tras el ataque al chofer, quien debió ser hospitalizado debido a la gravedad de sus heridas.

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El hecho tuvo lugar en la localidad bonaerense de José C. Paz, minutos antes de la medianoche, cuando el conductor terminaba su último servicio del día. 

Según contaron sus compañeros, el colectivero no tenía previsto hacer ese recorrido, pero circunstancias de último momento lo llevaron a reemplazar a otro. “Por cosas del destino tuvo que ir él”, comentó uno de sus colegas.

Al finalizar su trayecto y con el colectivo vacío, tres delincuentes se interpusieron en su camino. Al detenerse para no atropellarlos, los agresores subieron al vehículo, lo golpearon y le robaron sus pertenencias. 

“Le robaron el teléfono y las pertenencias que tenía. No le dieron tiempo ni a resistirse, le pegaron y le dejaron el ojo y la nariz mal. Después, con un machete le cortaron los dedos”, relató uno de los choferes.

Según detallaron, los atacantes eran tres: uno armado, otro con un cuchillo y un tercero que esperaba en la puerta del colectivo. Un compañero del agredido lo acompañó durante toda la madrugada tras el ataque, preocupado por su estado de salud.

Delegados de la empresa y tres comisarios de la zona se hicieron presentes en el lugar, comprometiéndose a reforzar la seguridad en los recorridos. 

“En ese mismo lugar fueron dos veces las que le cortaron los dedos a los choferes”, reveló uno de los delegados, confirmando que el paro se mantendría durante toda la jornada del martes.

También explicó que los colectivos cuentan con botones antipánico, y que la víctima lo activó al percatarse de la situación, pero la policía llegó recién dos horas después. “Estamos todos muy preocupados, muy mal. Nunca pasó algo tan grave en nuestra empresa y no queremos que pase más nada. Queremos poder darle la tranquilidad a los choferes para poder salir a trabajar”, aseguró.

El delegado reconoció que los choferes entran en “barrios muy delicados y muy difíciles de trabajar”. “Ellos ponen el pecho todos los días, dejando a la familia en la casa. Cada vez que nos subimos sabemos a donde nos metemos”.

Finalmente, pidió justicia por el ataque sufrido: “Lamentablemente, el chofer cuando pasa esto no se acuerda de la cara de los delincuentes. Él perdió los dedos y no va a poder recuperarlos, mientras que el delincuente capaz se toma ese mismo colectivo mañana”.