"Quiero aclararle al señor Burlando que no soy ninguna p..., fue tremendo escuchar esa palabra para mi y mi familia", exclamó María Alejandra Guillén, madre de Enzo Comelli (22), uno de los ocho rugbiers acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa, en el marco de la decimo segunda jornada del juicio que tuvo lugar el martes en la que también declararon los padres de otros procesados. Ninguno de los declarantes le pidió disculpas a Graciela y Silvino, los padres de la víctima. 

La mujer, tomó la palabra y contó la dolorosa situación que atraviesan a partir de lo vivido. "Mi familia está devastada en este momento. Nos cambió la vida a todos. Es una agonía constante. Acoso, llamadas", agregó.

No obstante, tras finalizar su exposición, pidió un minuto más para responderle al abogado del particular damnificado, Fernando Burlando. "No soy ninguna p...", le dijo. 

La respuesta dirigida a Burlando tuvo que ver con unas declaraciones que el letrado dijo a la salida de una de las primeras audiencias, luego de que circulara la versión de que los acusados se habían reído durante la declaración del testigo Pablo Ventura, y se le preguntó que opinaba al respecto. 

"Estoy a muy corto tiempo de empezar a insultar a todo el mundo. Yo pregunto: ¿De qué se ríen, hijos de puta?", dijo el mediático abogado en diálogo con la prensa.

De esa manera Burlando habló sobre las supuestas risas: "Aunque se rían de una cuestión que no tenga nada que ver con el juicio, en esto que es un templo, que es la sala de audiencia y donde están los papás de Fernando, no se pueden reír de nada. Si hicieron eso, son unos reverendos hijos de puta realmente".

Cabe destacar que, Máximo Thomsen —el más comprometido de los ocho acusados— en su declaración también se refirió a Burlando, "que me insultó a mí y a mi familia". De esta manera, se negó a respoder sus preguntas.

En la rueda de testigos del martes también declaró el papá de Matías BenicelliHéctor Eduardo, quien se quebró y sostuvo que "fueron tres años con mucho dolor".

"Nunca imaginé pasar una situación así. No sé como seguir. Escucho que nos dicen hijos de puta. No le encuentro explicación. Es terrible, un dolor terrible para todos. Quieren curar el dolor generando mas dolor", expresó.

Un rato antes había hablado Mauro Pertossi, padre de Luciano y Ciro, quien se quebró al dar testimonio. "Es una desgracia. Uno cree que las cosas están encaminadas en la vida y llega esto. No sé qué pensar. No puedo creer que estemos viviendo este momento. Mis hijos no son asesinos. Son chicos, adolescentes, vagos, como decimos en el barrio. No lo puedo creer", declaró ante los jueces.

El lunes había declarado, Rosalía Zárate, madre de Thomsen. Allí contó que debió dejar el trabajo luego del 18 de enero del 2020. Incluso contó que sufre de un cáncer, que apareció en los últimos años. “Me operé, hice rayos y quimioterapia, sigo en tratamiento. Lo dejé para poder venir acá. Lo único que hago es salir de mi casa para ir a ver a mi hijo a la cárcel e ir al medico. Así hace dos años. No puedo más no puedo seguir sobrellevando todo esto. Es una pesadilla”, dijo la mujer.

A la salida de tribunales, Graciela Sosa, la madre de Fernando, respondió. "La única víctima se llama Fernando Báez Sosa. Que se fue a pasar unas vacaciones y le rompieron la cabeza de tantas patadas".

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