¿Misterio resuelto?: el fiscal reveló cómo habrían asesinado al contador de Paraná entre cuatro personas
Gonzalo Calleja, de 29 años, fue sometido por los imputados como autores del crimen "y otras personas no individualizadas en conjunto" por más de 9 horas en un departamento. Una testigo declaró que vio a los ahora detenidos "exultantes y hablando de 'matar a alguien'".
Parece develarse el misterio que rodeaba al asesinato de Gonzalo Calleja, el contador de 29 años estrangulado y encontrado muerto en un campo de la ciudad de Paraná. El fiscal a cargo de la investigación solicitó 90 días de prisión preventiva para los cuatro imputados como autores del crimen y no descartó que haya más involucrados.
Así ocurrió en la audiencia, suspendida este miércoles porque uno de los acusados no tenía el alta por coronavirus, pero que se reanudó minutos antes de las 20 y continúaba en la noche de este jueves, aunque con numerosas interrupciones de conexión.
En su exposición, el fiscal Santiago Alfieri reconstruyó que los cuatro detenidos "y otras personas no individualizadas en conjunto" sometieron a Calleja por más de 9 horas en el interior de un departamento, "dándole muerte por asfixia y luego abandonando el cuerpo".
La víctima dejó de comunicarse con su familia en la tarde del pasado miércoles 14 de julio, y ese día a las 16, los acusados Ezequiel David Morato, Alberto Enrique Osuna, Iván Elías Garay y Ramiro Gabriel Colman, lo "privaron de su libertad para sustraerle 15.000 dólares, su reloj inteligente, celular, billetera y mochila hasta las 5.20 en el interior del departamento de Garay".
Después, le "dieron muerte por asfixia, y abandonaron el cuerpo en una zona de descampado", por lo que caratuló la causa como "homicidio agravado, en concurso real con privación ilegitima de la libertad agravado".
El cuerpo fue hallado un día después debajo de un árbol en un campo de trigo, en Báez y Montiel, a unos 8 kilómetros de donde estaba su auto, en donde encontraron más de 9.500 dólares en la guantera.
Si bien el fiscal aclaró que se trata de "una investigación que está en el inicio" y con los elementos que se recolectaron "resulta acreditada la materialidad del hecho".
Alfieri también relató que Morato dijo "no poseer más su vehículo Fiat Uno" para el momento del hecho, pero un comerciante de autopartes declaró que en la noche y madrugada de la desaparición de Calleja, el acusado "insistió en dejarle su auto en su desarmadero".
Y señaló que otra testigo vio a varios de los acusados en una vereda "exultantes, de no tocar el auto, hablando de 'matar a alguien', y que luego salen de una casa con una persona encapuchada, y lo metieron en el baúl de un auto".
Por otro lado, el fiscal explicó que aún faltan las declaraciones de vecinos y personas "como testigos" y otras "pruebas de la escena y de laboratorio", por lo que "existe el riesgo de entorpecimiento", donde los acusados "busquen evitar que testigos den información”, motivo por el cual solicitó "la prisión preventiva por 90 días en una Unidad Penal".
La abogada defensora de Garay, Fernanda Álvarez, dijo que "no existe mérito sustancial ni elementos objetivos que impliquen" a su defendido; mientras que su padre declaró que la noche de la desaparición del contador "la Policía entró, pateó todo, se lo llevaron (a su hijo) a un descampado y lo molieron a palos, le pisaron la cabeza".
César Jardín y Andrés Amarilla, abogados defensores de Osuna, remarcaron que presentarán pruebas y testigos, ya que el acusado el miércoles pasado "estaba en una cena familiar, tenía Covid-19 y necesitaba reposo constante" el día de la desaparición.
Asimismo, puntualizó en que la testigo lo señala como "alguien alto, tuerto, cabezón y con pelo enrulado" y Osuna "tiene los dos ojos, no es cabezón, ni alto, ni con rulos", por lo que pidió la "la inmediata libertad y total desvinculación", como así también lo solicitaron los defensores de Colman, Patricio Cozzi; y de Morato, Eduardo Gerard y Marcelo Franco.