Mató a machetazos al novio de su ex: le sacó los intestinos, el corazón y dijo "¡Me lo voy a comer!"
Usó los órganos para atar en forma de cruz las muletas que la víctima utilizaba para desplazarse, porque tenía amputada una pierna. Los policías dijeron que el escenario parecía ser parte del set de filmación de una película de terror.
Un hombre mató a machetazos a la pareja de su ex y le arrancó el corazón y los intestinos. La víctima, que tenía una discapacidad fue asesinado en una zona rural de la localidad de Cerro Corá, provincia de Misiones.
Cuando ya estaba muerto, el asesino le sacó los intestinos y los usó para atar en forma de cruz las muletas que la víctima utilizaba para desplazarse, tenía amputada una pierna.
Todo ocurrió cerca de las 16.30 del miércoles en un paraje conocido como “Las Quemadas”. El ataque fue a unos 700 metros de la casa en la que vivían la víctima, Ramón Lorenzo Da Rosa, de 40 años, y su pareja, Teresa del Carmen Venencio, de 42.
Según los investigadores José Andrés Quednau, de 34, los habría increpado en ese lugar. Quednau ya tenía una denuncia por violencia que había realizado su ex pareja Venencio y la Justicia le había dictado una perimetral.
Cuando los policías llegaron al lugar, tras el lllamado de la mujer, se encontraron con el asesino parado junto al cuerpo de la víctima.
A los medios locales los policías les dijeron a los medios locales que el escenario parecía ser parte del set de filmación de una película de terror.
El homicida, que tenía los machetes en su poder y las manos cubiertas de sangre, gritó: “¡Me lo voy a comer!”.
Venencio sufrió cortes en el rostro y la espalda cuando intentó defender a su pareja, según lo que relató la policía.
Fue llevada en un patrullero al Hospital Escuela Doctor Ramón Madariaga de Posadas, donde quedó internada y se encuentra fuera de peligro.
El informe del médico de la policía detalló que Quednau le sacó parte del cuero cabelludo a la víctima y se lo introdujo en la boca. Como ya habían visto los policías, en el documemento también indicó que el intestino delgado de la víctima estaba uniendo las dos muletas de madera en forma de cruz, justo por delante del cuerpo de la víctima.
Quedó detenido en la comisaría de la pequeña localidad de Profundidad, donde una bioquímica policial estableció que no se encontraba alcoholizado al momento del crimen.