Por María Helena Ripetta
@mhripetta

La "seño" Vanesa Soledad Castillo recorría todos los días 100 kilómetros para estar el frente de un aula en la escuela Victoriano Montes Nº 533, del barrio de Alto Verde de la ciudad de Santa Fe capital. Había detectado el abuso y el embarazo de una de sus alumnas, y luchó por ella. Faltaban unos días para que le dieran la titularidad en el cargo, con la que obtendría tranquilidad laboral para ella y su hija de 12 años.

Pero, el 15 de febrero de 2018, la asesianron con 13 puñaladas en la puerta de la escuela. Su asesino, Juan Ramón Cano, comenzará a ser juzgado este lunes y el 21 se sabrá el veredicto del tribunal. Pero, como señala la hermana de la víctima, él confesó que fue sólo un sicario. Para ella falta identificar entonces a los autores intelectuales del crimen por encargo de la docente, que quizás tengan algo que ver con el embarazo de la alumna de la querida "Seño".

El agresor fue detenido a pocas horas del hecho, rodeado por una pueblada que lo quería linchar. Está detenido en previsión preventiva a espera del juicio oral y público.

"Juan Ramón Cano es el sicario confesó. La elevación a juicio se hace descartando la hipótesis del crimen por encargo, que surge del testimonio de varios docentes y directivos de la escuela, que afirman que Vanesa fue asesinada en venganza, porque Vanesa detectó que una alumna de 12 años de edad estaba embarazada", dice a Crónica su hermana Silvia, que se presentó como querellante en la causa en representación de su sobrina.

Vanesa realizó a la dirección de la escuela el informe, que derivó en un juicio de abuso sexual infantil intrafamiliar. En el momento de ocurrido el crimen, ya estaba acordado en juicio abreviado por el abuso sexual de la menor, con una pena de 13 años de prisión para el abusador.

"En la audiencia preliminar, donde las partes exponen las pruebas, el imputado Juan Ramón Cano interrumpió la lectura de la prueba diciendo 'a mí me mandaron a sicariar a Vanesa Castillo... me iban a pagar 50.000 pesos... yo fui y la maté'", relata Silvia, quien integra la agrupación de Familiares Atravesados por el Femicidio.

"Espero que se condene a este sicario confeso y el tribunal ordene la apertura la investigación para saber quiénes son los autores intelectuales. He decido renovar mi confianza en la Justicia. Estuve muy cerca de la investigación y el ministerio de acusación ha sido el mayor obstáculo para alcanzar justicia. Mi mayor deseo es que este sujeto no salga nunca más a la calle, que no haya una mujer más expuesta a él. No le diría nada si lo veo, porque no le dirigiría la palabra", afirma la hermana.

El banner diseñado para reclamar justicia. Hay un detenido pero falta el autor intelectual.

Serán televisadas los alegatos de apertura el lunes 14, alegatos de cierre el jueves 17 y la lectura de veredicto, el 21 de septiembre. "Estoy tan enojada que no puedo sentir otras cosas más que enojo. A mi hermana la pienso tanto viva, tan cerca no puedo extrañarla, no puedo dejarla ir. Esta pelea por justicia por obtener la verdad aún no me dejó extrañarla", agrega la hermana.

"Su nombre era Vanesa Soledad, pero en la casa le decíamos Sole. Como maestra se la conocía como la seño Vanesa. Puedo hablar de Vanesa, pero no puedo hacerlo de Sole. Ha sido perverso todo lo que nos hicieron para llegar al juicio. Tuve que desdoblar entre mi Sole y Vanesa, entre mi hermana y la maestra, para poder hacer esto", dice Silvia, que confía en que se hará justicia por Sole y por Vanesa. Por ambas.


Por M.H.R.