"Lo que quiero es ver a mis nietos", reclama la mamá de la víctima tras la condena por el femicidio
Los chicos de 11 y 13 años están con los abuelos paternos. La familia de Verónica Soule no los puede ver. Denuncian que les dijeron que su mamá se suicidó y es culpa de los parientes de ella que su papá esté preso. La abuela materna reclama al juez.
La Justicia responde por un lado, pero no por el otro. Lisandro Cabral ayer fue condenado a prisión perpetua por el femicidio de su pareja de Verónica Soulé, en marzo del 2020 en Casas, provincia de Santa Fe. Sin embargo la familia de la víctima sigue sin ver a sus hijos, que hoy tienen 11 y 13 años.
"Fue una mezcla de sensaciones. Alegría por un lado y por otro pensar en los chicos. Para ellos no es fácil, les hicieron creer que es culpa nuestra que su papá esté preso. Mi hija todavía no puede descansar en paz", dice a Cronica.com.ar Graciela Ríos la mamá de la víctima con la voz quebrada por el llanto.
"Les dicen que nosotros somos culpables de que él este preso, que es la madre la que se quiso suicidar. En la autopsia salen los signos de defensa de mi hija", relata Graciela, que integra la organización de Familiares Atravesados por el Femicidio.
"Voy a seguir luchando por ellos, que son lo que más amaba mi hija. Tenía el 88 por ciento del cuerpo quemado. Lo último que me dijo es que le querían llevar los chicos, y eso pasó", afirma la abuela que no vio más a sus nietos desde que Cabral quedó preso en junio del 2020.
Los chicos están en Cañada Rosquín con los abuelos paternos. "Mis nietos vivían acá a 50 metros de mi casa, iban y venían todo el día. Esa misma noche los padres de él se los llevaron, estaban con otras de mis hijas mientras yo estaba en el hospital con Vero. El día que lo detienen estaban aca, se iban a quedar a dormir. Pero llaman que la otra abuela sentía mal y los vienen a buscar. Cuando se los llevaron me llaman para avisarme que él estaba preso. Fue apropósito", considera.
"El juez de Familia de San Jorge, Jorge Zoso me pidió que firme un papel para renvinculación que eso iba a ser más rápido, pero seguimos sin respuestas. Yo trabajo limpiando casas, San Jorge está a 80 kilómetros no puedo ir todos los días al juzagdo, pero él tiene todos mis contactos, sabe que no puedo ver a los chicos. Los quiero criar", reclama.
"Desde el primer momento supe que había sido él. Cuando golpeó la puerta de mi casa diciéndome que mi hija se había prendido fuego, yo le dije ¿qué hiciste?. No hizo nada por salvarla. Nostros la llevamos al hospital", asegura.
"Me quedan cuatro hijas, eran cinco. Lo que quiero es ver a mis nietos. Decirles todo lo que su mamá los quería, todo lo que hizo para que no les falte nada. No puede ser que los hagan olvidar de su mamá y su familia. Lo mismo que le hacian a mi hija cuando la alejaban de nosotros", sostiene.
"Lo que más deseo es verlos, me despierto todos los días pensando en ellos. Era lo único que me pedía mi hija, los chicos mamá, me decía. Ella me va a mandar fuerzas para que yo pueda seguir. Pero el que se tiene que es esforzar es el juez, la Justicia, pero no dan bollilla. Para mi que que le creen a ellos. Me están sacando mis nietos, no me quiero morir sin disfrutralos", reclama llorando.
"El juez Zoso me dijo que son ellos los que deciden. Pero hay que sacarlos de ese círculo para que no crean que los familiares de su mamá son los responsables de que el papá esté preso. Él estaba en comisaría con muchos privilegios, en contacto como quería con los chicos, y diciéndoles cualquier cosa. Ahora tiene que ir a cárcel provincial", sostiene.
"Los padres del femicidia no fueron a las audiencias que nos citó el juez Zoso. No dijo que los iban a traer para Navidad, que iba a poner psicólogas para la revinculación, que se iban a comunicar con nosotros, pero desde diciembre no supimos mas nada del Juzgado de Familia de San jorge. El juez nos dijo que el 25 de diciembre los iban a traer de 16 a 18 pero nunca llegaron", relata la abuela.
La condena
Los jueces Nicolás Falkenberg, Sandra Valenti y Luis Octavio Silva condenaron a Cabral, de 34 años por asesinar a su pareja prendiéndola fuego. Verónica murió un 23 de marzo del año 2020, en la localidad santafecina de Casas, con el 88% de su cuerpo calcinado.
La defensa del acusado elaboró una estrategia en virtud a unas supuestas actitudes violentas de la mujer difunta, quien en teoría recurrió al suicidio por negarse a romper la relación con Cabral, por lo que tomó una botella de alcohol y lo roció sobre su propio cuerpo. Sin embargo, los magistrados rechazaron las recusaciones al encontrar, entre otras cuestiones, signos de defensa en el cadáver de la víctima.
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