Este viernes 25 de febrero, los mellizos Marta y Felipe Fort cumplirán 18 años. Lo que ya es un acontecimiento especial, se le suma la reciente muerte de su tutor legal Gustavo Martínez, quien ejercía ese rol luego de la muerte del empresario y padre de los chicos, Ricardo Fort.

Con la mayoría de edad cumplida, los adolescentes podrán disponer de una millonaria fortuna amasada por la familia Fort, dueña de la histórica chocolatería FelFort fundada en 1912 por Felipe Fort y convertida en una de las más importantes del país.

Si bien se sabe que será una millonaria herencia ¿De qué estaríamos hablando concretamente? Los jóvenes Felipe y Martita recibirán una fortuna anticipada: serán dueños de todos los autos adquiridos por su padre, campos relacionados a la empresa, propiedades - incluido el departamento de Belgrano donde se quitó la vida Gustavo Martínez - y acciones, correspondientes nada más ni nada menos que al 33% de la empresa chocolatera. Cabe destacar que, el adquirir dichas acciones, serán incluidos en la división de ganancia de la empresa FelFort.

Antes de su muerte, y en cuanto fue su tutor legal, Gustavo Martínez recibía una mensualidad para cubrir los gastos de los mellizos, como colegio, casa, niñera, y vacaciones, que luego era descontado del dinero perteneciente a los menores. Sentado en la mesa de Mirtha Legrand en 2017, había aclarado: "No me ocupo de la plata de ellos: hay un defensor de menores y un abogado. Yo trabajo cuando ellos tienen actividades y Marisa, su niñera, tiene una tarjeta de crédito para los gastos de la casa".

El hombre de 62 años ya formaba parte de la vida de los mellizos antes del fallecimiento de su padre, ya que fue pareja de Ricardo Fort durante cuatro años. Pero, desde la partida del chocolatero, el entrenador afianzó aún más el vínculo con los adolescentes, ya que pasó a convivir con ellos y a ser su responsable legal, como así lo decidió Fort antes de su partida en 2013, cuando los chicos tenían sólo nueve años.

Recordemos que el pasado miércoles a las 4 de la mañana, Gustavo Martínez decidió quitarse la vida al arrojarse de su departamento, ubicado en el piso 21 de un edificio situado en Sucre al 1900, en el barrio porteño de Belgrano.

Al momento, los investigadores continúan reconstruyendo sus últimas horas de vida, aunque desde su entorno se reveló que padecía Alzheimer y estaba sumido en una profunda depresión.