La desgarradora frase con la que la esposa del rehén asesinado en Caseros consoló a su hijo
José Alfredo Cáceres (47) recibió el disparo que lo mató mientras estaba retenido por su amigo Alejandro Maldonado (42) en un PH en esa localidad bonaerense. La víctima era padre de dos jóvenes de 23 y 19 años. El dolor de su familia.
Los familiares de José Alfredo Cáceres (47) recibieron la noticia de su asesinato pasadas las 9.30 de este martes, cerca de diez horas después de haber visto por última vez al hombre, quien fue tomado como rehén por su amigo de la infancia Alejandro Maldonado ( 42) en el PH donde éste último vivía, en Tres de Febrero al 3900, en la localidad bonaerense de Caseros .
Cáceres había ido allí durante la noche anterior con su esposa y su hijo de 23 años para cenar con Maldonado y su mujer. En medio de una discusión familiar, el dueño de la casa intentó ahorcar a su pareja y luego amenazó con prender fuego la vivienda, por lo que las dos mujeres y el joven escaparon, mientras que el invitado, víctima del delirio de su amigo, fue retenido.
Durante toda la noche la policía, los grupos especiales y los funcionarios judiciales intentaron dialogar con Maldonado, quien efectuó alrededor de 300 disparos hacia el exterior con una escopeta calibre 12/70 tipo Ithaca y con una pistola calibre 9 milímetros .
Pocos minutos antes de las 9.30, los integrantes de grupos tácticos de la Policía bonaerense irrumpieron la propiedad tras romper una pared y atravesar las llamas de un incendio generado por el propio Maldonado. En esas circunstancias, el agresor fue abatido y el amigo hallado muerto .
La autopsia evidente que Cáceres fue asesinado de un disparo cerca de las tres de la madrugada. Maldonado también hirió a cuatro policías .
"Murió por salvarte a vos", le dijo la esposa de la víctima a su hijo mientras lo abrazaba y lloraban desconsolados a metros de la trágica escena, según consignó Clarín.
A Cáceres lo apodaban "Jesús" porque era flaco y tenía el pelo largo. También era papá de una chica de 19 años. Vivía a escasas diez cuadras de la casa de Maldonado, de quien era amigo desde la infancia. Trabajaba como empleado de una empresa que fabricaba muebles en Caseros; y no tenía antecedentes penales.