Los antecedentes de conducta de Matías Martínez en la Policía bonaerense eran bastante reprochables. Testimonios que trascendieron en las últimas horas dan cuenta de que el femicida de Ursula Bahillo tenía en su legajo varias denuncias por actitudes violentas, incluso una de violación, y que su continuidad en la fuerza estaba en duda.

Fuentes policiales contaron que en 2017 Martínez intentó resistirse a un traslado, originado ante una denuncia por violencia de género de Belén Miranda, una de sus anteriores relaciones. “Si me trasladan, tiro una bomba”, recuerdan que fue su amenaza cuando un superior le comunicó telefónicamente que pasaría a prestar servicio en la cercana localidad de Nueve de Julio. En esa época, cuentan, habría abusado de una menor de edad discapacitada. La causa por ese hecho está radicada en la fiscalía de Dolores.

En la actualidad, Martínez (de 25 años) estaba de licencia psiquiátrica que le habían otorgado desde septiembre. Según trascendió, fue una estratagem. para zafar de las inevitables denuncias por violencia de género y permanecer en la fuerza. Así y todo, en sólo cinco años de carrera, supo ganarse la apertura de varios sumarios y una calificación de “personalidad difícil” por parte de quienes lo conocían.

Miranda, por su parte, contó que Martínez la hostigaba estacionando el patrullero en la puerta de su casa, para que ella supiera que la estaba vigilando. “El quiso matarme a mí y a mis hijos con su arma de trabajo”, contó Belén.

En tanto, los reclamos de justicia por la muerte de Ursula continúan. Luego de la movilización producida en la localidad de Rojas, donde vivía la chica de 18 años, este miércoles por la mañana hubo concentraciones frente a la Casa Rosada y también en La Plata, sede del gobierno provincial.