Según el artículo 34 del Código Penal, no es punible "El que obrare en defensa propia o de sus derechos, siempre que concurrieren las siguientes circunstancias: a) Agresión ilegítima; b) Necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla; c) Falta de provocación suficiente por parte del que se defiende".

El episodio vivido por Jorge Ríos (71), el herrero jubilado que fue atacado por una banda de asaltantes en su vivienda -tomó un arma y mató a uno de los ladrones a 60 metros de su hogar- tiene varias similitudes con dos casos que años atrás generaron una enorme grieta en la sociedad. 

Inevitablemente, lo ocurrido con el jubilado de Quilmes nos trae a la memoria los casos del carnicero Daniel Oyarzún y el Ingeniero Horacio Aníbal Santos, acusados de asesinar a delincuentes. La polémica pública desatada en aquel momento fue inmediata.

¿Cuáles fueron los hechos?

El 13 de septiembre de 2016 dos motochorros entraron a la carnicería de Oyarzún, en la ciudad de Zárate. Dispararon dentro del local, se robaron todos los ingresos del mismo e intentaron darse a la fuga. Sin embargo, el trabajador no lo permitió.

El carnicero fue tras ellos en un auto, chocó a la motocicleta y uno de los ladrones murió aplastado entre el vehículo y un poste de energía. Fue por ello, que llegó al debate oral acusado de homicidio.

Por otro lado, está el hecho conocido como el "Caso del Ingeniero Santos". Este suceso tuvo lugar el 16 de junio de 1990 en un local de Villa Devoto. Santos se encontraba en una zapatería con su mujer cuando escuchó que la alarma de su rodado se había encendido porque los delincuentes Osvaldo Aguirre y Carlos González le habían robado el pasacasete.

Santos, quien ya había sido víctima de un delito doce veces de la misma manera, subió con su esposa a su vehículo y persiguió a los ladrones hasta darles un disparo en la cabeza a cada uno y dejarlos sin vida. 

¿Cuál fue el veredicto?

En el caso de Oyarzún, los jurados encargados de determinar su grado de culpabilidad, consideraron que actuó en "legítima defensa". Por decisión unánime, tras considerar que era un trabajador que solo se había defendido de la delincuencia, el hombre fue calificado como "no culpable" en un fallo inapelable y quedó en libertad.

"Siempre fui un laburador. Gracias a la gente que tanto me apoyó. Voy a poder seguir criando a mi hija con la frente en alto", afirmó Oyarzún tras el veredicto. 

El carnicero quedó en libertad. 

Con respecto al caso del ingeniero, el doble homicidio generó en los medios un fuerte debate sobre el gatillo fácil. Santos estuvo detenido por un breve lapso y luego se lo liberó a la espera del juicio. Como consecuencia del suceso se abrió un proceso penal y las familias de los fallecidos le iniciaron un juicio civil reclamando una indemnización.

¿Qué pena le dieron?

Oyarzún no recibió ninguna pena. En cambio, Santos fue condenado en 1995 a tres años de prisión en suspenso por homicidio con exceso en la legítima defensa.

A la familia de González, le terminó entregando un departamento y en la demanda de la familia de Aguirre hubo en 2001 una sentencia a pagar más de 100 mil pesos. Santos apeló y obtuvo que se declare la existencia de culpa concurrente y que su responsabilidad se redujera al 20%.

El caso del jubilado de Quilmes

El hecho ocurrió el último 17 de julio, cerca de las 5, cuando los ladrones ingresaron por tercera vez en la misma noche a robar a la vivienda de Ríos, ubicada Ayolas al 2757, en Quilmes Oeste.

El jubilado fue sorprendido mientras dormía y fue golpeado e intimidado por los asaltantes con un destornillador mientras le exigían dinero. En ese momento, el hombre extrajo una pistola Bersa Thunder calibre 9 milímetros de su propiedad y les efectuó al menos seis disparos que los hizo huir de inmediato

En las imágenes de las cámaras de seguridad se puede observar que uno de los ladrones, identificado como Franco Martín Moreyra (26), quedó rezagado del resto de la banda porque estaba herido en un tobillo y trató de huir renguenado hasta que cayó a la vuelta de la esquina.

El jubilado fue golpeado salvajemente por los ladrones.

En los mismos videos se puede ver que Ríos salió armado de su casa y alcanzó a Moreyra y lo pateó y lo revisó.

Si bien en la grabación no se ve a simple vista ningún fogonazo, por la mala calidad de la imagen, la fiscalía cree que en ese sitio, a 60 metros de su casa y cuando Moreyra ya no representaba ningún peligro, el jubilado lo remató de un tiro que ingresó en la zona intercostal y, por ello, lo dejó detenido.

"Mi hijo se quedó sin papá gracias a este señor. Franco tiene un hijo, yo soy la mamá del hijo", expresó la mujer del joven fallecido.