Lunes feriado, por la tarde. Un grupo de seis jóvenes de entre 20 y 24 años abusaron de una joven de 20 años a bordo de un auto estacionado en la plazoleta Julio Cortázar de Palermo, más conocida como Plaza Serrano. Si bien debería ponerse en potencial, las pruebas hablan por sí solas.

Posteriormente al hecho, y con el correr de las horas, comenzaron a salir a la luz videos de cámaras de seguridad donde se ve pasar a los acusados con la víctima tomada del hombro de uno de ellos, con claras dificultades para mantenerse parada.

Tras ser alertados por movimientos extraños, fueron los mismos vecinos del barrio de Palermo quienes dieron aviso a las autoridades. Los jóvenes reaultaron rápidamente detenidos y al momento esperan por su declaración indagatoria, que se consumaría de forma virtual en las próximas horas.

"No lo puedo defender porque no sé qué pasó. Pero si él lo hizo no dudo en que me lo confesaría", aseguró Jorgelina, madre de Tomás D. (21), uno de los jóvenes detenidos.

La mujer contó que su hijo se comunicó con ella horas antes para decirle que se dirigía a un “after”. Posteriormente, siguió describiendo su itinerario y le dijo que se iba para Plaza Serrano. Luego, no le contestó más:Nos enteramos de todo por las redes. Yo pensaba que lo habían agarrado porque tenía porro en la mochila. Pero jamás me hubiera imaginado que era por un abuso", expresó la madre de Tomás en diálogo con Clarín.

Al momento, los seis chicos se encuentran incomunicados, tanto entre ellos como para con sus familiares ¿El objetivo? que no armen una coartada eficaz para poder torcer el rumbo de la investigación: "La encargada de hablar con él me dijo que estaba angustiado y un poco nervioso. Pidió una muda de ropa y libros", comentó la mujer.

Además, describió el estado de shock en el que se encuentra el conjunto de la familia y la sorpresa que se llevaron al enterarse del hecho: "Era un chico que tenía buena relación con todo el mundo, no se llevaba mal con nadie y que respetaba a las mujeres", aseguró.

Para Jorgelina, su hijo conoció a varios de los otros acusados durante esa misma noche: "Por lo que me contó mi sobrino para mí se conocieron esa noche y como hacen los chicos ahora 'pintaron tomarse una cerveza después'. Para mí también conocían a la chica. Capaz que hasta mi hijo también la conocía".

A pesar de ello, contó que tiene la certeza de que su hijo tenía un vínculo de amistad con Alexis C. (20): “Venía a mi casa cuando Tomi tocaba en algún recital", y con otro de los acusados: “El que dicen que fue el entregador, era re trabajador. Trabajaba en una pollería. Hablando con su mamá me dijo que ese día justo tenía franco y que como era feriado el negocio cerraba", manifestó la mujer.

Lejos de justificar el accionar de su hijo, Jorgelina dijo que “es aberrante esta situación y, si realmente hizo algo, lo repudiamos. Me duele porque es mi hijo. Nosotros no le enseñamos a hacer eso”, sostuvo y describió: “Estoy muerta en vida”.

Los vecinos de Palermo fueron quienes alertaron a la Policía sobre el hecho.

La justicia formal todavía no llegó, y quizás falte todavía para que eso ocurra. Ante ese vacío, la sociedad intenta llenarlo desatando toda su furia, una furia que haga dar cuenta a los detenidos que, aunque todavía no les llegó la condena judicial, la sociedad ya los ha expulsado de su núcleo. 

En este contexto, si bien los medios de comunicación formales protegieron los rostros de los implicados, los mismos ya recorrieron las redes sociales de ida y de vuelta. Así también sus nombres y domicilios, lo que provocó una serie de reacciones que amedrentaron al círculo íntimo de los jóvenes. Así lo contó Jorgelina: "Que merecemos la muerte como el chico, que me van a incendiar la casa. Pasaron la foto de mi casa por todas las redes. Mi hija tenía escraches con su nombre. No sabemos cómo seguir", concluyó.

El tiempo barre a su paso, pero hay heridas indelebles, reflejadas en las fotos de los rostros de estos seis hombres; y sus miradas, acusadas de uno de los delitos humanos más aberrantes. 

La fiscalía Nacional Criminal y Correccional Nº48, encargada de investigar el caso, pide que quienes tengan imágenes de los momentos previos o posteriores las envíen a: [email protected], a los efectos de incorporarlas a la causa.