Cansado de ver como su mamá recibía continuas golpizas de su pareja en una vivienda de la ciudad de Santiago del Estero, un chico de siete años amenzó con matarse "si el sujeto seguía maltratando a la mujer".

Todo empezó después de la medianoche del jueves cuando el hombre llegó a su casa en estado de ebriedad y fue a buscar a su mujer para exigirle que tuviera relaciones sexuales. Ella quiso negarse, cansada de su actitud y porque sus dos hijos estaban al lado, pero él reaccionó peor.

En medio de la discusión, el agresor tomó un cuchillo de carnicero y le apoyó el filo en la garganta a su pareja. “Ya estoy cansado, los voy a matar a todos”, amenazó antes de abrir la garrafa de gas y cortar la manguera con el arma blanca, pese al llanto desesperado de ella.

La hija menor del matrimonio no se despertó pero su hermano apareció de repente de pie delante de su padre y le rogó: “No le pegues más, estoy cansado, me quiero morir”. Segundos después, según publicó el portal Nuevo Diario, se puso las ojotas y fue el primero en salir a la calle para pedir ayuda.

Mientras tanto la madre levantaba a su otra hija de la cama para escapar. Antes de que lo consiguiera, el sujeto la golpeó con fuerza en la cabeza. Desestabilizada por la sorpresa y con la nena en brazos, la víctima forcejeó y corrió hasta la casa de una vecina, desde donde llamó a la policía.

De acuerdo a la declaración de la víctima, no fue la primera vez que sufre los maltratos de su esposo. De hecho, la última vez que lo denunció la Justicia le ofreció un botón antipánico que no pudo activar porque no tiene celular.

La causa recayó en la representante de la Unidad de Violencia de Género e Intrafamiliar del Ministerio Público Fiscal, Norma Matach, quien ordenó la inmediata detención del agresor.

Hecho parecido en La Plata

Un episodio similar tuvo lugar el miércoles pasado en la ciudad de La Plata, donde un joven de 24 años quiso interceder para ayudar a su mamá cuando vio que la pareja de la mujer había empezado a golpearla, y tras quere evitar el ataque fue apuñalado y estuvo al borde de la muerte.

La violenta secuencia duró apenas unos minutos pero casi termina en una tragedia. Todo ocurrió en el interior de una casa ubicada en la calle 423, entre 13 y 14, y el agresor se enfureció todavía más cuando su hijastro quiso separarlo de la madre. La reacción entonces fue criminal: tomó un cuchillo y se lo clavó en el pecho.

Poco después del ataque el agresor se entregó en una comisaría y quedó detenido. En tanto, la víctima, se recupera en un hospital pero está fuera de peligro.