El peón rural Alejando “Bebo” Ochoa fue secuestrado y asesinado en San Luis. Por el momento se sabe que fue raptado por dos sujetos, que están siendo intensamente buscados, y se conocieron detalles escalofriantes de la autopsia a su cuerpo: El hombre fue torturado y degollado poco después de su desaparición, el sábado 27 de marzo.

Ochoa fue amordazado, mutilado y degollado luego de que, según el relato de un testigo, hombres encapuchados se lo llevaran a bordo de un vehículo, según precisó TN.

La peicia reveló que hubo ensañamiento por parte de los secuestradores contra el peón rural, que sufrió varias horas de torturas. Además, se trabaja sobre la posibilidad de que el cadáver haya sido plantado en una escena secundaria con el objetivo de despistar a los investigadores: apareció a 2,5 kilómetros de Cortaderas, en una obra en construcción en la zona de El Adobe.

Los restos del peon aparecieron a la interperie y estaba amordazado y con la cabeza tapada con una bermuda de jean. Presentaba heridas cortantes realizadas con un arma blanca en la cara, el pecho, la espalda, el abdomen, las piernas y una de gran profundidad en el cuello, que le habría provocado la muerte.

En el informe también se determinó que el cadáver se encontraba en avanzado estado de descomposición y se estableció la data de muerte un día después de la desaparición.

Ivana, una de las hermanas de Ochoa (35), dijo a la prensa que "no puede ser que no lo hayan encontrado cuando habían estado rastrillando la zona con hombres y con perros", por lo que para ella el cuerpo fue "plantado" hace menos de dos días.

Brutal crimen: peón rural fue hallado muerto en San Luis

Ochoa, conocido como "Bebo", vivía en la zona rural de Cortaderas en una precaria vivienda y se dedicaba a la crianza de animales y a la venta de arrope.

Según los testigos, el sábado 27 de marzo llegaron a su residencia dos automóviles de color blanco con vidrios polarizados, un Gol Trend y una Saveiro, y bajaron varios hombres armados y encapuchados que golpearon a Ochoa hasta dejarlo inconsciente, lo ataron y se lo llevaron.

Los familiares de Ochoa hicieron una carta que entregaron al intendente de Cortaderas, Mario Canalli, para que este la hiciera llegar al gobernador Alberto Rodríguez Saá, en la que pidieron ayuda y que no se abandonara la búsqueda.



Ivana denunció que los policías los amenazaron por el corte de la ruta y aseguró que las manifestaciones fueron "pacíficas".

En tanto, Ramona, la madre de Ochoa, pidió llorando al gobernador Alberto Rodríguez Saá que los ayudara y no los deje "de lado porque somos pobres".