Era dueño de una marca famosa de gaseosas, ejecutó a su esposa y se suicidó: la historia de Jorge Neuss, el empresario femicida
La fiscal que investigó el crimen solicitó "sobreseer" al empresario de 72 años por "encontrarse extinguida la acción penal" por su muerte. De esa manera, el expediente quedó archivado. Reconstruyeron minuto a minuto qué pasó ese sábado en el country Martindale.
Uno de los femicidios más resonantes ocurridos en pleno aislamiento por el coronavirus fue archivado tras nueve meses de investigación. Así lo decidió la fiscal María José Basiglio, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Violencia de Género de Pilar, que estableció que el único responsable del crimen de Silvia Saravia fue su esposo, el empresario Jorge Neuss, quien luego se suicidó.
En una resolución fechada el 20 de julio pasado y a pedido de Basiglio, el juez de Garantías 6 de ese distrito, Nicolás Ceballos, resolvió "sobreseer" a Neuss (72), no por considerarlo inocente, sino por "encontrarse extinguida la acción penal" por la muerte del imputado.
La fiscalía señaló en su dictamen final que la de Saravia (69) fue una "muerte de forma violenta/homicida", individualizó a Neuss como único autor del femicidio y descartó así que haya otros involucrados.
Así sostuvo con las constancias colectadas en el country Martindale y establecieron que no surgió el ingreso de un tercero ajeno al domicilio. A esto sumaron el análisis de los perfiles genéticos hallados en la escena, en los que "no se identificó registro de ADN de persona alguna, más allá de la víctima y del victimario".
Por todo ello, Basiglio dio por concluida la investigación penal y al estar fallecido, pidió el sobreseimiento del femicida Neuss en este expediente que estaba caratulado como "homicidio doblemente agravado por el vínculo y por mediar violencia de género", un delito que prevé prisión perpetua.
Una mala relación matrimonial que terminó en femicidio
La relación entre Saravia y Neuss "no era buena puertas hacia adentro", reconoció uno de los investigadores a Télam. Reconstruyeron que el crimen ocurrió el sábado 10 de octubre de 2020, poco después del mediodía, pero todo comenzó con una discusión la noche anterior.
Lucila Neuss, hija del matrimonio, fue la que brindó ante la fiscal una declaración clave en la que contó que sus padres tuvieron una pelea en la noche previa, y que eso motivó que su madre le pidiera que la dejara dormir a la casa que ella también tiene en el country Martindale.
Las dos empleadas domésticas, primeras testigos en declarar en la causa, contaron que Neuss había desayunado solo en su habitación el sábado a la mañana, y que a Saravia no la vieron hasta que regresó al mediodía.
Siguiendo la cronología de los hechos, la fiscal corroboró que minutos antes de asesinar a su esposa y dispararse a sí mismo, Neuss envió mensajes de texto SMS a dos amigos por sus cumpleaños, el primero a las 12.36 y el segundo a las 12.37, según los registros del celular del empresario.
Minutos más tarde, Saravia regresó a su casa y le dijo a una de las empleadas: "Subo a buscar unas cosas", ya que parecía irse sin su marido a uno de los campos de la familia.
Según la empleada, de eso habrán pasado "unos diez minutos" cuando ella se sobresaltó con el estampido del primer disparo y a los pocos instantes, vino el segundo.
Tanto ella como la otra empleada que trabajaba ese fin de semana subieron al primer piso a ver qué había sucedido, encontraron la puerta trabada del cuarto matrimonial y ninguno de los patrones les contestaba.
A las 12.51, esta testigo fue la que llamó a Lucila para contarle lo que habían escuchado, la hija le avisó a sus tres hermanos varones y fueron Patricio y Juan, en ese orden, quienes llegaron a la vivienda y encontraron a su madre asesinada en el baño de la suite y a su padre moribundo en el vestidor.
La fiscalía también estableció que el primer llamado al 911 reportando lo sucedido en Martindale entró las 12.59.
Junto al cuerpo de Neuss hallaron un revólver marca Smith & Wesson calibre .357 Magnum, una de las 30 armas que el empresario tenía registradas a su nombre.
La autopsia reveló que Saravia fue sorprendida en el baño de la habitación y fue ejecutada de un único disparo con el revólver apoyado en la cabeza tras ser tomada del cabello.
Establecieron que al dispararle a su esposa, el empresario se autolesionó con ese mismo tiro en el dedo pulgar izquierdo y que luego se pegó el tiro en la sien derecha parado en la antesala del baño en suite, mirando hacia su mujer ya asesinada.
Esto lo complementaron con los estudios del barrido electrónico que hallaron rastros de pólvora en ambas manos del empresario y en la izquierda de la mujer, esto último debido a que intentó cubrirse, defenderse o apartar el arma cuando le dispararon.
Por su parte, Neuss alcanzó a ser trasladado en estado crítico al Hospital Austral de Pilar, pero ante la gravedad de la herida, murió poco después.
El femicidio de Saravia tuvo una amplia repercusión no sólo por el alto perfil de Neuss (su grupo empresario es un conglomerado con 120 años de historia en el país), sino también porque tuvo puntos de contacto con otros casos resonantes, como el de Claudia Schaefer, asesinada el 21 de agosto de 2015 en ese mismo country por otro empresario, Fernando Farré, y también el de María Marta García Belsunce (50), crimen ocurrido el 27 de octubre de 2002, también a tiros y dentro de un baño, en el country Carmel de Pilar, y de quien la víctima de este caso había sido compañera en la facultad de sociología.