La investigación por una entradera cometida en un geriátrico desvalijado por delincuentes en la localidad bonaerense de Sarandí, dio un giro inesperado tras la visualización de las cámaras de seguridad que determinaron una versión completamente contraria a la que había aportado la empleada del lugar.

En su declaración en el marco de la causa por el robo registrado el 12 de noviembre pasado, la mujer de 40 años había asegurado que los presuntos autores del hecho la habrían sorprendido e ingresaron a la fuerza en el asilo de ancianos ubicado en avenida Mitre y Escalada.

De acuerdo a lo relatado por la testigo a los efectivos de la Comisaría Cuarta de Avellaneda, ella habría estado "maniatada" durante el tiempo que duró el episodio de inseguridad, en el que los dos ladrones aprovecharon para llevarse todo tipo de elementos de valor, como varios televisores y teléfonos celulares.

Sin embargo, la fiscalía a cargo de la instrucción del caso estableció que la mujer habría montado una escena falsa, para simular que había sido reducida, aunque en realidad, fue quien les facilitó el ingreso a los malvivientes y actuó como "entregadora", tal como se vería en las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona, tanto municipales como privadas.

Dos detenidos por el robo en un geriátrico.

Con base en estos datos, la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 del Departamento Judicial de Avellaneda-Lanús determinó que tanto la empleada como los otros sujetos serían parte de la misma banda y habrían actuado en complicidad.

A raíz de ello, solicitaron una serie de allanamientos en busca de atrapar a todos los presuntos partícipes, que ya habrían sido identificados, gracias a las tareas investigativas.

La empleada "entregadora" está prófuga

Efectivos de distintas dependencias policiales de Avellaneda encabezaron un amplio operativo realizado días atrás en el partido de Florencio Varela, dónde detuvieron a dos individuos de 32 y 48 años.

Además, como resultado de los allanamientos, recuperaron varios de los elementos que habían sido parte del botín robado por los delincuentes, tales como teléfonos celulares de las víctimas y televisores, e incautaron un auto Peugeot 504 con el que habían escapado.

Parte del botín recuperado en poder de la banda de la empleada  "entregadora".

No obstante, en el momento en el que los uniformados registraron la vivienda de la empleada, esta ya se había fugado del barrio y permanece prófuga mientras avanza la causa, caratulada como "robo agravado" en contra de los jubilados.

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