El joven de 24 años que se habría quitado la vida, luego de que se viralizara un video en el que ataca violentamente a patadas a un árbitro, en medio de un torneo de fútbol en la localidad bonaerense de Sarandí, partido de Avellaneda, tenía antecedentes penales. 

Se trata de Williams Alexander Tapón, quien arrastraba tres causas en total. En la primera fue procesado por tenencia simple de estupefacientes y por este caso le habían dado una probation el 14 de julio pasado.

La segunda se produjo el 14 de noviembre de 2021 en la UFI 2 por "lesiones leves calificadas por el vínculo".

En la tercera fue procesado por "tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil", causa que tuvo a su cargo la UFI número 3 y por la cual fue excarcelado.

Tapón, fue hallado muerto de un disparo luego de que se lo imputara por la tentativa de homicidio, por el ataque hacia el árbitro, Cristian Ariel Paniagua (36), quien debió ser hospitalizado. Los investigadores están convencidos de que se trató de un suicidio, aunque aguardarán el resultado de algunos peritajes. 


Si bien en un primer momento no se había hallado el arma utilizada con la que Tapón se habría efectuado el disparo, en la escena del hecho, el martes por la tarde la hermana del joven fallecido entregó a la policía un revólver calibre .38 Special, el cual ahora será sometido a un peritaje balístico para establecer si de él partió el disparo que provocó la muerte de la víctima.

Horas antes de haber sido encontrado muerto, este joven había sido acusado por la Justicia de "homicidio agravado por alevosía en grado de tentativa en el contexto de un espectáculo deportivo" -un delito que prevé de 10 a 15 años de prisión-, en perjuicio del árbitro, quien agredido a trompadas y patadas cuando dirigía el pasado sábado un partido de fútbol de un torneo amateur.

El episodio se registró en el complejo deportivo "Estación 98", ubicado sobre avenida Mitre al 3900, Sarandí, en el sur del conurbano bonaerense, y las imágenes se viralizaron en pocas horas, en las que se observa el momento en el que el árbitro es atacado por Tapón, primero con una trompada y, luego, cuando el hombre cae al piso y queda de espaldas a su agresor, de una patada en la cabeza que lo dejó inconsciente. Según la denuncia, Paniagua perdió el conocimiento y fue trasladado al hospital Presidente Perón de Avellaneda, donde fue atendido y luego dado de alta, sin que le brindaran información sobre un diagnóstico preciso de lo que le sucedió.

No obstante, el cuerpo sin vida de Tapón fue hallado el lunes a la noche por familiares y vecinos cerca de las 22 con un disparo en la región parietal en terrenos de la empresa ferroviaria Ferrosur Roca S.A, sobre las calles General Paz al 1200 y Heredia, de la localidad de Gerli, a pocos metros de su vivienda. Los familiares y amigos que asistieron a Tapón corrieron el cuerpo unos 30 metros hasta la vereda.

Para los investigadores que trabajan bajo las órdenes de la fiscal Alejandra Olmos Coronel, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de Avellaneda, la muerte de Tapón está relacionada a un suicidio, ya que envió mensajes de despedida a sus familiares y amigos.

Sin embargo, la fiscal Olmos Coronel aguardaba el resultado preliminar de la autopsia practicada en la morgue judicial de Lomas de Zamora y también los resultados de los peritajes para determinar la presencia de pólvora en las manos del joven fallecido.

Por su parte, Agustina Lezcano, esposa de Tapón y madre de sus dos hijos, aseguró en diálogo con Crónica HD, que no sabía de dónde pudo haber sacado el arma su marido para suicidarse, que lo había escuchado "muy mal" por lo que había pasado y que el lunes por la noche él le había enviado un mensaje de audio por WhatsApp en el que aseguraba que prefería que sus hijos no lo vieran sufrir en la cárcel.

"Prefiero que sufran todo de una a que me vean sufriendo todos los días en la cárcel", explicó Agustina respecto al mensaje que le envió Tapón antes de ser encontrado muerto, y denunció, por otro lado, al árbitro al que había atacado su marido, de quien dijo que durante la jornada del lunes lo había extorsionado exigiéndole una suma de dinero a cambio de no hacer la denuncia ante la comisaría.

Incluso, el propio Tapón había dado dos entrevistas a canales de televisión, antes del desenlace fatal, en las que expresó su arrepentimiento por lo que hizo, y sostuvo que fueron  "cinco minutos de calentura" y que el árbitro Paniagua se había comunicado con él en la que le pedía "300 mil pesos" para no denunciarlo.

"Me pidió 300 mil pesos pero yo no tengo esa plata y él no hacía la denuncia. Yo le dije que no tengo esa plata y que haga la denuncia. Le pedí disculpas de todo corazón, pero él no las aceptó. Sé que lo pude haber matado, no fue mi intención, me saqué", afirmó en declaraciones al noticiero de Canal 9.

Por su parte, Priscila, una de las hermanas del joven, difundió otro audio en el que Tapón, con la voz quebrada, se despedía de ella y de otros familiares y le confesaba que estaba sobrepasado por la situación a la que fue expuesto tras la viralización de las imágenes.

La UFI 4 de Avellaneda, a cargo del fiscal Mariano Zitto, quien investiga hechos vinculados a violencia en eventos deportivos, intervino de oficio horas antes ya que el hombre no había realizado la denuncia, y caratuló al hecho en un primer momento como “lesiones”, pero luego fue recaratulado como " homicidio agravado por alevosía en grado de tentativa en el contexto de un espectáculo deportivo".

El artículo 44 del Código Penal establece para las tentativas de los delitos que se castigan con prisión perpetua -como la calificación de homicidio agravado por alevosía de este caso-, una pena de 10 a 15 años de cárcel.

"En el ínterin que estaba pasando todo, estábamos disponiendo el tema de la detención. Cuando estoy haciendo el cambio de carátula, me dicen que este joven se había quitado la vida", contó Zitto.

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