¿Cuántas denuncias son necesarias para que una víctima de violencia de género sea escuchada? Cuando en 2010 Florencia Albornoz, de sólo 22 años, fue asesinada por su ex marido, un policía de la Bonaerense que la amenazó cada segundo de su vida luego de separarse, su caso conmocionó al país. La chica, se supo después, había denunciado varias veces el hostigamiento del que era víctima, pero nadie la escuchó hasta que fue muy tarde. Ahora su caso llegó a la ONU, donde un equipo de abogados especialistas en derechos humanos intenta sentar las bases de lo que no puede volver a repetirse en casos como el suyo.

"Hay que mejorar los protocolos de aplicación, el caso de Florencia ocurrió varios años después de que Argentina firmara los pactos que promueven la protección de las mujeres, esos tratados no se cumplen y queda evidenciado en lo que le pasó a esta joven y a muchas que vinieron después", explica el abogado Christian Berndt Castiglione, que representa en el planteo a la agrupación Atravesados por el Femicidio, que logró por primera vez que un hecho de estas características llegue a un organismo internacional.

El pedido de las más de 60 familias argentinas al Comité para la Eliminación de la Discriminación Contra la Mujer, que depende de Naciones Unidas, pretende ejemplificar con el caso Albornoz sobre la falta de atención del Estado en la prevención de los crímenes por razones de género. Para ellos, víctimas también de lo que ocurrió con sus hijas, madres, abuelas o hermanas, fallan los organismos que tendrían que estar alertas, eso tiene que cambiar.

Es que la joven asesinada en 2010 por el policía bonaerense Miguel Ángel Mazó había realizado varias presentaciones ante la Justicia por violencia doméstica, desde 2008. Él no vio límites, la hostigó, agredió y amenazó de muerte, hasta que finalmente lo concretó, disparando a su víctima con su arma reglamentaria.

En ese sentido, Berndt Castiglione explicó: "Vemos con preocupación el crecimiento de los femicidios concretados por policías, es el país con más casos en la región". Por otro lado, el jurista confirmó que, según las estadísticas, "hay cien casos de mujeres por año que denuncian y el Estado desampara".

Cuando Mazó mató a Florencia, dejó sin madre a Valentín, que en ese momento tenía 6 años, y a Lara, de 3. Esther Robledo, mamá de la víctima, se quedó a su cargo y ahora recapitula parte de aquella historia. "Nos destruyó la vida, él era muy celoso y yo le decía a mi hija que estuviera atenta. Un día ella le dijo que estaba embarazada, y él le puso la pistola en la cabeza y la obligó a tomar una pastilla". Varias veces intentaron hacer la denuncia, cuenta a Crónica la mujer, pero sólo le permitían presentarse en la comisaría de Quilmes donde su ex trabajaba.

"Era completamente impune", apunta Robledo, que en 2012 inició una acción civil contra la provincia de Buenos Aires por la negligencia con la que se manejó el tema. "Las víctimas, muchas veces, lo son primero de las instituciones que deberían cuidarlas. Voy a pelear para que no se repita", dijo la mujer que este año denunció hostigamientos de parte de Mazó desde la cárcel.

¿Cuántas denuncias debe hacer una víctima para ser cuidada? La respuesta llegará de la ONU.