El abuelo del bebé de un año y ocho meses, a quien su papá rescato tras suplicarle a los ladrones que lo dejaran sacar del auto que iban a robarle en la localidad bonaerense de Villa Luzuriaga, manfestó a Crónica HD que lloró de "impotencia" después del hecho pero destacó que tanto su yerno como su nieto están bien. "No importa lo que hagas para prevenir, salís de tu casa y pasa igual", lamentó el hombre.

El asalto, que quedó registrado en una cámara de seguridad, ocurrió minutos después de las 10 de este martes en Thames, casi esquina Miguel Cané, en esa localidad del partido de  La Matanza, en la zona oeste del Gran Buenos Aires.

El hombre llegó a la casa de sus suegros para dejar a su cuidado al nene y mientras sacaba las cosas del baúl de su vehículo, tres asaltantes armados descendieron de una camioneta Peugeot Partner y lo encañonaron para que entregara su auto.

"Cuando llegó mi yerno, tocó bocina. En ese momento, nosotros salíamos a abrirle, paró la camioneta y ellos se bajaron. Lo veo corriendo por la vereda hasta que se tropezó y cayó. Mi señora empezó a los gritos y la metí para adentro porque vi que tenían armas grandes", relató Juan Ignacio, abuelo del nene, desde la puerta de la vivienda donde ocurrió el robo.

Según el hombre, cuando él salió, uno de los delicuentes lo apuntó y le dijo que se metiera adentro de la vivienda. "Otro de los ladrones ayudó a mi yerno a levantarse y ahí él le pide que lo dejen sacar a mi nieto. Lo hizo, vino para la casa y le di el bebé a mi señora. Ellos se subieron al auto, no pudieron ponerlo en marcha y se fueron, pero eso ya lo vimos con las cámaras desde adentro", agregó.

Al ser consultado por los delincuentes, Juan Ignacio dijo que los "vio firmes y tranquilos", que "usaban guantes y no parecían jóvenes que robaban dados vuelta".

También consideró que le parece un robo "al voleo", ya que detectó luego por las cámaras de seguridad que "la camioneta daba vueltas la manzana" antes de cometer el robo a su yerno.

"Mi yerno siempre mira cuando baja del auto, todos lo hacemos, estamos acostumbrados pero todo esto pasó en un segundo, no hubo tiempo a nada", sostuvo sobre las circunstancias del asalto. "El nene no se enteró de nada porque estaba dormido", indicó.

Tras mostrar las rejas y la seguridad que implementó en su casa, Juan Ignacio reconoció a Crónica HD que "la zona está díficil y cada vez hay más robos". Y concluyó: "Cuando se fue la policía, me senté en la cocina y me puse a llorar. Es una sensación de impotencia porque no importa lo que hagas para prevenir, salís de tu casa y pasa igual".