Dos años después, habló la sobreviviente de la masacre de Monte: "Lo que causaron no tiene cura"
Rocío Quagliarello fue la única que salió con vida de la inexplicable persecución policial al Fiat 147 en el que había salido a pasear con otros cuatro amigos, en mayo de 2019. Hay 24 imputados por el hecho, entre agentes y funcionarios.
El 20 de mayo de 2019, en San Miguel del Monte, cuatro chicos murieron en un accidente automovilístico. El vehículo en el que viajaban fue atacado a tiros por la Policía y terminó chocando contra un acoplado. El hecho quedó grabado en las crónicas periodísticas como "la masacre de Monte".
A casi dos años de aquel episodio, la única sobreviviente, Rocío Quagliarello, rompió el silencio. "Lo que causaron no tiene cura", dijo la chica, que en aquel momento tenía 13 años, en declaraciones a la agencia Télam.
"Es una mezcla de sentimientos, entre la bronca y el dolor, por perder a mis amigos, me siento vacía. Los recuerdo con mucho amor", expresó Rocío. Los que fallecieron fueron Aníbal Suárez (de 22 años), Camila López (13), Danilo Sansone (13) y Gonzalo Domínguez (14).
Esa madrugada, los cinco chicos salieron a dar unas vueltas en un Fiat 147 por Monte. Varias patrullas comenzaron a perseguirlo sin motivo aparente y les dispararon, lo que provocaron el accidente y la muerte de cuatro de los ocupantes. Sólo sobrevivió Rocío, con heridas graves en un brazo y ambas piernas, que le demandaron 25 días de internación.
Por ese hecho, hay 24 imputados, entre efectivos de la comisaría local, peritos de Policía Científica y el ex secretario de Seguridad de Monte, quienes están a la espera de ser sometidos a juicio. "Mi única expectativa es que los responsables cumplan su condena por el resto de su vida", dijo la menor.
Los cuatro principales acusados son quienes se encontraban a bordo de los patrulleros que persiguieron a los jóvenes y desde donde se efectuaron los disparos. Se trata de los policías Rubén García, Leonardo Ecilape, Manuel Monreal y Mariano Ibáñez, procesados con prisión preventiva como couatores de "homicidio agravado por abuso de función como miembro de las fuerzas policiales calificado por el empleo de armas de fuego, y violación de los deberes de funcionario público".
Todos ellos aguardan que se fije una fecha para el inicio del juicio. Otros 19 agentes irán a juicio por "encubrimiento agravado, incumplimiento y violación de los deberes de funcionario público", mientras que el exsecretario de Seguridad local, Claudio Martínez, enfrentará cargos por "encubrimiento e incumplimiento" de sus deberes.
Susana Ríos, mamá de Gonzalo Domínguez (14), uno de los adolescentes fallecidos, aseguró a Télam que "el pueblo no se olvida" de la masacre y que mucha gente "la sigue acompañando".
"Tengo muchas formas de recordarlo, por ejemplo cuando veo a los chicos pasar que van a la escuela del pueblo siento que lo veo a él caminando. Es difícil pero hay que seguir y aprender a vivir con el dolor", afirmó Ríos.
Según revelaron los informes forenses, Domínguez fue el único de los cuatro chicos fallecidos que recibió un impacto de bala durante la persecución.
En el lugar del hecho, se hallaron cuatro vainas servidas, mientras que los peritajes balísticos indicaron que el proyectil encontrado en el cuerpo del adolescente fue disparado por el arma reglamentaria aportada por Monreal.
En un principio, algunos agentes de la policía bonaerense hicieron pasar el caso por un "accidente", y por eso se los acusa de modificar las actas del procedimiento, falsear declaraciones y ocultar material fílmico, que luego fue revelado a los medios de comunicación.