Doble crimen del matrimonio: los puntos que el hijo detenido intentó aclarar de la acusación en su contra
Martín del Río dijo que su celular estaba "tildado" al momento del crimen. Se refiripo al control remoto de su padre. Explicó su "frialdad" al llamar al 911. Los fiscales preparan el pedido de prisión preventiva.
El acusado de matar a sus padres, Martín Del Río en su segunda indagatoria se refirió a algunos puntos de la acusación, como la inactividad de su celular en el horario clave del crimen, lo que descartó en un contenedor de basura de Colegiales y el hallazgo en su auto de un control remoto que abre el garaje de la casa de Vicente López donde el matromonio fue asesinado.
Cada una de las situaciones que serán utilizados por el equipo de fiscales de Vicente López para pedir la semana próxima la prisión preventiva, que el imputado, de 47 años, buscó justificar.
En relación a la actividad el celular de Del Río tuvo en el horario clave de la tarde del 24 de agosto, entre las 16.50 y las 18.30 aproximadamente, cuando, según la acusación, el imputado dejó encendidodentro de su camioneta estacionada en Núñez para no ser geolocalizado en la escena y para despistar.
En su primara indagatoria, Del Río había dicho que en ese horario estuvo contestando mails y mensajes dentro de su vehículo, algo que los fiscales ya demostraron que no era cierto en una primera apertura que se hizo de su celular.
Ayer cambió la versión: "Estando en la camioneta escribí en ese período las pautas para que el Dr. Demarco redacte el convenio que el día 7 de septiembre secuestran en mi camioneta".
Del Río hizo referencia a un documento comercial que fue secuestrado entre los papeles que había en su auto y que, aclaró, lo hizo "a mano" porque en el auto no tenía computadora.
Agregó que su celular "se encontraba prendido pero tildado, ya que, con la opción de Mercadopago, la huella, y todas las aplicaciones, se tildan".
"Lo apago, lo dejo descansar, y lo vuelvo a encender. El teléfono estaba prendido, pero tildado", dijo en la indagatoria.
Otro punto que quiso aclarar es el cruce de mensajes que tuvo con la empleada de sus padres, María Ninfa "Nina" Aquino, cuando el 25 de agosto a las 9.01 le informó que sus padres estaban "muertos" y su llamado al 911, donde con tranquilidad dice: "Sí ¿cómo estás? Mirá… La mucama de mis padres me está diciendo que hay un problema en la casa de ellos. Que mis padres están muertos en el garaje".
"Sé que mucha gente me ha criticado en estos días, diciendo que soy frío, pero no todo el mundo reacciona de la misma manera, verán mi cara como la tengo del estrés que tuve todos estos días, de los ataques de presión que tuve", argumentó.
"Una novela de terror, nadie lo imaginaba, nadie lo pensaba, un drama familiar. Le digo, Nina estoy yendo para allá, está yendo la policía", agregó.
También dio una explicación sobre lo que fue a hacer entre las 20.02 y las 20.52 del 24 de agosto al departamento de la calle Virrey Arredondo 2465, de Colegiales, propiedad de su suegro pero que él usaba como oficina, y donde los fiscales creen que fue a bañarse y a descartar evidencia tras cometer el presunto parricidio.
Del Río quedó filmado saliendo con una bolsa de tela con algo pesado y 16 minutos después regresando con la misma vacía, en lo que creen que fue una maniobra de descarte de elementos clave como pueden ser el arma homicida y el DVR con las imágenes de las cámaras de seguridad que el autor del hecho se llevó de la escena del crimen.
"Siempre pasamos a ver si hay correspondencia y a hacer un poco de posta ahí. Había quedado basura en el tacho, y habían quedado unas bandejas de comida en la heladera. Como no se puede tirar desperdicios en los tachos, salgo a tirar esa bolsa de basura a uno de los contenedores del Gobierno de la Ciudad, y a darle las sobras de comida a una mujer y dos nenitas que, por lo general, están en la zona", explicó.
Cuando le preguntaron dónde arrojó la supuesta basura contestó: "En la zona. Todo lo tiré en los tachos, di una vuelta a ver si encontraba y volví porque no encontré a la mujer y a las nenas, volví con una bolsa en la mano de tela".
Otro elemento que lo compromet. es el control remoto que fue secuestrado oculto en el compartimiento de la goma de auxilio de su camioneta Mercedes Benz, que para los investigadores podría ser el que usaba su padre para acceder a la casa por una de las puertas del garaje donde se cometió el doble asesinato.
El acusado habló ayer de los tres controles remoto que le secuestraron: el "gris rectangular con un botón rojo y un botón verde" que era el suyo y que abría el portón derecho de la casa de sus padres.
Un segundo "de menor tamaño con un botón blanco que es de la cochera de Virrey Arredondo" -en referencia al departamento que usaba de oficina-,.
Un tercero hallado "en un buche" de "la parte trasera" de su camioneta. "Es de un garaje que alquilamos hace ya un tiempo en el barrio de Villa Urquiza y que se utilizaba para poder ingresar por una puerta alternativa sobre la calle Roosevelt. Se guardó el control remoto por las dudas que en algún momento recuperemos ese garaje, no abre Melo. Eso es una alarma. Si van y hacen la prueba en Melo, no abre", dijo.
Los investigadores sostienen que la prueba de ese control remoto ya se hizo y se documentó con un video que abría una de las dos puertas del garaje donde las víctimas fueron asesinadas en su casa de la calle Melo 1101 de Vicente López.
José Enrique Del Río (74) y su esposa, María Mercedes Alonso (72), aparecieron asesinados el 25 de agosto en su casona de Vicente López y como presunto autor de un homicidio cuádruplemente agravado fue detenido el menor de sus hijos.