Declaran inimputable a una mujer que degolló a su hija en una calle de Flores
La Justicia sobreseyó a Angélica Soledad Gómez luego de meses de estudios psiquiátricos y de las conclusiones a las que arribaron seis expertos del Cuerpo Médico Forense. Recordá el macabro crimen.
La Justicia declaró inimputable y sobreseyó a la mujer que en 2018 degolló a su hija de 9 años entre dos autos estacionados en el barrio porteño de Flores, luego de que una junta médica concluyera que al momento del hecho no comprendió la criminalidad de sus actos ni dirigió sus acciones, informaron hoy fuentes judiciales.
Se trata de Angélica Soledad Gómez (49), quien el 10 de octubre de 2018 cometió el filicidio de su hija, Victoria Martínez Gómez (9).
A partir de su sobreseimiento, Gómez ya fue externada del Programa Interministerial de Salud Mental Argentina (Prisma) que funciona en la cárcel de Ezeiza, y fue derivada al hospital neuropsiquiátrico Braulio Moyano donde, en breve, podría ser dada de alta.
El sobreseimiento fue dictado por el juez en lo Criminal y Correccional 20, Hugo Decaria, en una resolución donde además ordenó que la fiscal Silvana Russi investigue la posible responsabilidad penal que pudieron haber tenido el marido de Gómez, Alfredo Martínez, y los médicos del Hospital Alvear por no haber internado a la mujer una semana antes del hecho, lo que quizás hubiera evitado el felicidio.
Es que Gómez tenía antecedentes psiquiátricos y el 3 de octubre de 2018, los médicos que la trataban en el Alvear diagnosticaron un cuadro de "depresión" y recomendaron su internación, pero el marido se negó y se le dio un tratamiento ambulatorio.
"Si la paciente presentaba indicadores de riesgo cierto e inminente se debió haber ordenado su internación involuntaria independientemente de la voluntad del esposo", señala Decaria en su resolución.
El hecho ocurrió el 10 de octubre de 2018, alrededor de las 20.45, en la calle Terrada al 200, a dos cuadras de la estación Flores, donde alertada por vecinos, la policía encontró el cadáver de Victoria tapado con cartones y bolsas de residuos, entre un Renault Scenic y un VW Surán estacionados.
La secuencia fue captada por cámaras de seguridad donde se vio que Gómez llegó con su hija de la mano, se metió entre los dos autos, más tarde salió sin la nena y regresó a cubrir el cuerpo con elementos que sacó de un contenedor de basura.
La niña murió degollada con un cuchillo que la propia acusada descartó en el jardín de una casa de Yerbal y Condarco, esquina donde fue detenida, deambulando, por efectivos de la Policía de la Ciudad.
Madre e hija vivían a ocho cuadras del sitio del homicidio, en un edificio donde su marido era encargado, y del que la mujer se llevó a la nena con la excusa de que iban a "comprar alfajores" a la panadería.
El juez sobreseyó a Gómez luego de meses de estudios psiquiátricos y a partir de las conclusiones a las que arribaron seis expertos del Cuerpo Médico Forense (CMF).
"Se considera como verosímil que Soledad Angélica Gómez, al momento del hecho, no tuvo capacidad de comprender ni dirigir" sus acciones, sostuvo la junta médica en dos informes, uno fechado el 20 de mayo pasado y otro ampliatorio del 27 de noviembre.
En otro punto, los peritos afirmaron que a partir del tratamiento que la mujer recibió en el Prisma, "las facultades mentales en el aquí y el ahora guardan parámetros compatibles con la normalidad" y aclararon que "no existe contradicción" con la conclusión anterior porque se refieren a exámenes realizados en dos momentos históricos distintos.
Sin embargo, más adelante, destacan que Gómez "tiene un potencial suicida muy alto y carece de una adecuada continencia familiar", por lo que recomendaron "continuar con tratamiento psiquiátrico y psicológico" y con una "internación a puertas cerradas".
El juez plantea en su resolución la dificultad de mantener a un paciente psiquiátrico inimputable con una medida de seguridad a partir de la nueva Ley Nacional de Salud Mental 26.657 que alienta la externación de los pacientes y la eliminación de los neuropsiquiátricos de puertas cerradas y porque el Prisma es un lugar para personas que estén a disposición de la justicia penal, lo que dejó de suceder con Gómez a partir de su sobreseimiento.
Por ello, Decaria ordenó externar a Gómez del Prisma, derivarla al hospital Moyano y remitir todas las actuaciones al Juzgado Civil 82, que ahora es el responsable de su tutela y de seguir su tratamiento.
El último informe del juzgado civil indica que el 11 de febrero pasado se recibió un oficio del Hospital Moyano en el que se informaba que estaban evaluando la posibilidad de incluir a Gomez en el "régimen de permisos de salida acompañada por un familiar".
El matrimonio Martínez-Gómez tiene otros dos hijos varones menores de edad que a partir de las constancias que surgieron en el expediente penal sobre factores de riesgo y antecedentes de violencia en el seno familiar, ahora viven con otro familiar por orden de la Justicia de Familia.
Fuente: Télam