Un hombre que estaba detenido por el femicidio de su novia, fue condenado a prisión perpetua por el hecho ocurrido en abril del 2017 en la localidad cordobesa de Monte Maíz, y que terminó con la vida de la víctima, de 17 años.

El femicida, Gustavo Fabián Villarreal, fue encontrado culpable del crimen de Nayara Ibarbia, quien murió nueve días después de un terrible siniestro vial provocado por quien era su pareja en ese entonces.

Según determinó la Cámara del Crimen de Bell Ville y un jurado popular que participó del proceso judicial, Villarreal, de 28 años en ese entonces, manejaba un auto Fiat Uno blanco en el que iba acompañado por la víctima, y chocó un camión estaba estacionado frente a una gomería.

Nayara sufrió graves traumatismos, tuvo pérdida de masa encefálica y quedó internada en coma hasta morir, nueve días después, mientras que su novio tuvo lesiones de baja gravedad.

En un primer momento, la causa fue caratulada como "homicidio culposo", hasta que en mayo de 2020, la fiscal Isabel Reyna cambió la acusación a "homicidio agravado por el vínculo y por mediar violencia de género", y solicitó su detención.

La familia de la adolescente denunció que el choque había sido provocado para matarla y seis años después la Justicia le dio la razón. Villarreal, quien estaba alojado en la cárcel de Villa María, fue condenado a prisión perpetua.

Al momento del crimen, el auto quedó con el frente completamente destrozado y Nayara, quien viajaba en el asiento del acompañante, fue la más afectada. Desde entonces, comenzó la sospecha del entorno de la joven, ya que sabían que ella quería dejar a su novio.

"El auto fue el arma. Nadie me podrá devolver a mi hija, pero al menos tenemos un poco de paz en nuestro corazón. Estamos conformes con la sentencia. Fueron años muy duros para poder llegar a demostrar el asesinato", indicó Valeria Contín, mamá de Nayara, en una entrevista con La Voz

"De 2017 a 2020 Villarreal estuvo libre, se reía de nosotros en la calle. Hemos pasado por cosas muy feas", agregó.

La pericia mecánica confirmó que no existió frenada ni huella de esquive en el momento del accidente. Los testigos del hecho manifestaron que primero escucharon una acelerada del auto y luego una explosión contra el camión.

Villarreal contaba con denuncias de dos ex parejas anteriores y en la pericia psicológica se lo definió como "una persona desafectivizada, sin ningún tipo de empatía con la otra persona, narcisista y psicópata".

Conocida la condena, la abogada querellante, Eugenia Fernández, afirmó: "Es un caso referente donde se ha demostrado el contexto de violencia de género más allá de las circunstancias propias del hecho".

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