Un hombre acusado de asesinar a golpes y de 15 puñaladas a su ex pareja en la ciudad salteña de Tartagal comenzó a ser juzgado este jueves por el femicidio ocurrido en 2021 en el interior del local comercial de la víctima.

Fuentes judiciales informaron que el presunto autor del crimen de Nélida Susana Zerpa se negó a delarar durante la primera audiencia del caso desarrollada en la Sala II del Tribunal de Juicio de la mencionada ciudad.

Según informaron, el sujeto identificado como Luis Rebilla, de 59 años, prefirió conservar su silencio ante la atenta mirada del Anastasio Vázquez Sgardelis, quien está a cargo de llevar adelante los debates probatorios.

Rebilla llegó al proceso detenido por el delito de "homicidio calificado por el vínculo y la violencia de género", a raíz de las pruebas que la fiscalía habría considerado determinantes para pedir su prisión preventiva. Se trata de una persona que ya contaba con antecedentes por otro hecho similar.

En principio, los testigos citados a declarar son 34, aunque algunos de ellos podrían ser prescindidos o los jueces podrían requerir la presencia de otras personas, de acuerdo al desarrollo de las jornadas.

Rebilla está representado por el defensor oficial Carlos Saifir, mientras que por el Ministerio Público interviene en el juicio el fiscal Gonzalo Vega y la querella está a cargo de Andrea Magadán.

El femicidio de Nelida Serpa

El hecho ventilado en el juicio fue descubierto el 1 de octubre del año pasado, cuando un vecino del local de la víctima, ubicado en la ciudad de Tartagal, unos 365 kilómetros al norte de la capital salteña, advirtió que el lugar se encontraba abierto y con las luces encendidas, por lo que ingresó, vio sangre en el baño y llamó a la Policía.

En el lugar, los efectivos hallaron el cuerpo sin vida de Zerpa, que presentaba hematomas y 15 heridas de arma blanca que le provocaron la muerte.

Por su parte, Rebilla había convivido con la víctima durante tres meses, hasta que ella dio por terminada la relación de pareja.

En tanto, familiares y amigos de la víctima dijeron que desde el día anterior al crimen ella no contestaba su teléfono y no llegaba a su casa.

A su vez, Rebilla, quien había accedido a la libertad condicional por un hecho similar ocurrido en 2011, escapó de la escena aunque lo detuvieron dos días después.