Por Fernando Vázquez
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Aylin Carolina Reyes García, la manicura venezolana que ayer fue baleada por dos individuos, dentro de su vivienda, en la localidad bonaerense de Morón, presenta muerte cerebral y su estado es irreversible, según confirmaron los médicos que asisten a la paciente. Funcionarios de la Justicia creen que la mujer fue herida por sicarios contratados por un capo narco, residente en Venezuela, y como consecuencia de una deuda de 4.000 dólares, que su marido había contraído con este sujeto.

Los voceros del departamento judicial de Morón revelaron a cronica.com.ar que el esposo de la manicura aseguró hacer contraído una deuda de 4.000 dólares con un capo narco venezolano y, por esta razón, los pesquisas cree que el brutal episodio habría sido ordenado desde esa nación caribeña.

De acuerdo a lo manifestado por los informantes, aparentemente el objetivo de los marginales era asesinar al individuo, de 32 años, quien se habría marchado de su país natal hacía 3 meses, para radicarse en Argentina, con la intención de eludir el accionar del jefe narco venezolano.

Trascendió que, días pasados, los delincuentes se contactaron con él telefónicamente y le ordenaron que pagara los 4.000 dólares, pero el sujeto les habría señalado que no contaba con el dinero y que pensaba saldar la deuda gracias a la venta de la vivienda en la que, en la actualidad, habitaba con sus familiares.

Al revisar el interior de la casa en la que ocurrió el ilícito, los peritos de la Policía Científica lograron descubrir un teléfono celular, que estaba a nombre de este narco venezolano y que apareció entre la cenizas de una parrilla.

Reyes García, de 33 años, permanece alojada, con muerte cerebral, en el Hospital Profesor Doctor Luis Güemes, en Haedo; mientras que su esposo, llamado Luis Ernesto, fue operado por los facultativos en el Hospital Alejandro Posadas, en el mismo distrito, donde evoluciona, luego de haber sido baleado en el cráneo.

Entre las ropas de Luis Ernesto se incautaron 300 dólares y 42.000 pesos, y el individuo les dijo a los investigadores que, tras el episodio, se había marchado de la vivienda, con sus tres pequeños hijos, porque creía que su esposa estaba muerta.

Tal como publicamos, el hecho se produjo en la tarde del domingo cuando los dos presuntos sicarios y una mujer arribaron a la finca en la que vivía la pareja extranjera, situada en Juan Larrea al 900, casi en la esquina con Falucho, con el argumento de que esta última tenía que arreglarse las uñas, para lo cual ya había obtenido un turno con la manicura.

Repentinamente estos forajidos extrajeron armas de fuego y, con la excusa de consumar un asalto, comenzaron a efectuar disparos.

Pesquisas policiales destinados en la comisaría 1ª de Morón realizan diferentes procedimientos, con el objetivo de establecer el paradero de los malvivientes, quienes fugaron en un Fiat Siena negro, con techo gris.

Intervino en la causa, que fue caratulada “Tentativa de homicidio y averiguación de ilícito”, el doctor Javier María Ghessi, fiscal de la Unidad Funcional N° 1 de los tribunales de Morón.