Así esperarán la sentencia los ocho rugbiers imputados por el crimen de Fernando Báez Sosa
Los ocho detenidos por el asesinato del joven ultimado a golpes en Villa Gesell permanecerán detenidos y seguirán una estricta rutina diaria, mientras se desarrolla el juicio por el hecho ocurrido el 18 de enero del 2020.
Mientras se desarrolla el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, los ocho rugbiers acusados por el hecho ocurrido el 18 de enero del 2020 en Villa Gesell esperarán el veredicto de los jueces encargados de juzgarlos en la cárcel de Dolores, donde seguirán una estricta rutina, alejados del resto de los detenidos.
Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli, Ayrton Viollaz, Ciro, Lucas y Luciano Pertossi permanecerán alojados la Unidad N° 6 de Dolores, dónde fueron traslados desde a Alcaidía N°3 de Melchor Romero.
Según informaron fuentes oficiales a la prensa, sus días no variaran de acuerdo a lo que hacían desde que permanecen privados de su libertad: se encuentran aislados del resto de la población carcelaria, con un recreo de dos horas por día, con salidas al patio de su pabellón.
Además, almorzarán en dos celdas ubicadas dentro del palacio de justicia, donde este lunes comenzó el proceso judicial en su contra, y donde, entre otras cosas, sorprendió la cantidad de efectivos policiales que custodiaban su presencia en la sala.
En total, 13 efectivos del Servicio Penitenciario Bonaerense estuvieron de pie junto a ellos, más un grupo equipado con vestimenta anti-motín, que vigiló su traslado desde la cárcel hasta los tribunales, un trayecto de apenas diez cuadras donde se utilizó una camioneta blanca como bloqueo en su ingreso por el estacionamiento del tribunal.
Según trascendió a la prensa, la custodia es un requerimiento expreso del Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores, que debe velar por la seguridad de los imputados.
Por otro lado, se desconoce si estarán presentes en todas las audiencias del juicio, en las que podrán tomar la palabra cuando quieran, o negarse a declarar. De acuerdo a lo previsto, se esperan al menos 13 jornadas hasta el miércoles 18, con 177 testigos agendados.
Por otro lado, también quedó pendiente saber cómo será el régimen de visitas. En el pasado, los familiares de los imputados los visitaron en la cárcel en el horario de la tarde, para evitar cruzarse con los allegados de otros detenidos.
El penal de Dolores fue su primer lugar de detención en enero de 2020, tras pasar por celdas de la Policía Bonaerense como las de la Comisaría 1º de Pinamar, antes de ser destinados a Melchor Romero.
Esa vez, se les reservó el sector de alcaldía en la planta alta de la cárcel entre los sectores 9 y 10, ocupados por presos evangélicos, con camas cucheta y un inodoro para compartir.