Asesinó a golpes a su hijita de dos meses y para no ir a la cárcel le echó la culpa a su gato
El hombre de 39 años enfrenta los cargos por el horroroso crimen. Ocurrió en Minessota, Estados Unidos. Detalles impactantes.
Kristopher Henderson, de 39 años y oriundo de Minessota, hoy está detenido por verse involucrado en el asesinato de su hija, una beba de apenas dos meses. La criatura apareció con lesiones graves e incluso los médicos forenses afirmaron que tenía las costillas rotas. El hecho ocurrió el 23 de septiembre.
Según informó Mankato Free Press, el padre de Minnesota le pegó a su hija hasta dejarla con lesiones graves. Fue llevada al Hospital pero murió a los pocos minutos. Los intentos de los médicos de salvar su vida fueron en vano ya que tenía los minutos de vida contados.
Según la policía, Henderson para evadir cargos intentó culpar al gato de la familia. Cuando fue llevado a la comisaría, la culpa de las lesiones graves se la adjudicó a la mascota de la casa. Al cabo de unos minutos, luego de un intenso interrogatorio donde la policía no le creyó una palabra, admitió haber golpeado a la bebé con fuerza en la espalda durante cinco minutos pero solo para tratar de calmarla. Segun el hombre su intención nunca fue asesinarla.
Sin embargo, luego reconoció haber golpeado a la niña lo suficiente como para romperle las costillas, tal como indicó la autopsia. En un primer momento Henderson, quien se encuentra detenido, fue acusado de agresión en primer grado. Luego el caso se actualizó a homicidio en segundo grado sin intención mientras cometía un delito grave, y homicidio en primer grado mientras cometía un castigo malicioso a un niño tras la muerte de la pequeña.
La causa oficial de muerte de la bebé se conocerá cuando se presenten los resultados completos de la autopsia y concluya la investigación.
Recordemos que un homicidio de primer grado es aquel donde el crimen se premedita. El asesino realiza un plan para matar a la víctima y luego lo lleva a cabo. Mientras que el asesinato en segundo grado no requiere premeditación. Puede ejecutado de manera impulsiva pero con “alevosía”, que generalmente ocurren en un momento de mucha tensión y no implican premeditación de parte del asesino. En el momento en que ocurre el asesinato, el autor tiene decididamente las intenciones de matar a la víctima, pero hasta ese momento, no tenía la intención ni el plan de cometer un asesinato.
O también puede ser resultante de un acto con intención de causar daño físico grave, donde el actor tiene la intención de causar daño con pleno conocimiento de que la muerte podría ser resultado de ese acto. Y por último, también puede ser producto de un acto que demuestra la “indiferencia extrema” del actor hacia la vida humana. En estos casos, la víctima muere como resultado de esta actitud por parte del delincuente. Significa que para el actor era totalmente indiferente el daño potencial que sus acciones pudieran causar a otras personas.