En motivo de un control de rutina, Aduana encontró irregularidades de importación, a través del servicio Courier del Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini de Ezeiza. ¿Cuándo? Al descubrir que se pretendía ingresar mercadería de primeras marcas que "no coincidían con las presentadas en la declaración jurada de importación".

Se habían declarado cerca de 1.157 cargadores y cables para teléfonos celulares y notebooks de marcas alternativas con un valor en aduanas de 11.561 dólares.

Sin embargo, en realidad se trataban de 2891 unidades de primeras marcas por un valor en aduanas aproximado de US$ 8.255.308, según el despacho de importación.

Se trataba de mercadería de importación que estaba prohibida por no cumplir con la certificación de seguridad eléctrica conforme a la resolución 169/18 de la Secretaría de Comercio. La Aduana procederá con la aplicación de las acciones infraccionales y penales correspondientes referidas al fraude marcario.