A más de tres meses de su femicidio sus hijos no saben cómo la mató y el acusado sigue prófugo
La fiscal que investiga el crimen Marcela Damiani, cometido en su casa de veranero en Villa de Punilla provincia de Córdoba, le dijo a la familia que no les va a dar los resultados de la autopsia hasta que el imputado esté detenido. El sospechoso es un vendedor ambulante de sahumerios que hacía cuatro meses que lo conocía.
María Marcela Damiani, tenía 45 años y cinco hijos, la mataron en marzo en su casa de veraneo en Villa de Punilla. Su familia aún no sabe la causa de su muerte, porque desde a fiscalía les dijeron que no les van a dar el resultado de la autopsia hasta que detengan al prófugo.
A Cristian Alejandro Mateu, un vendedor ambulante de sahumerios y aros, lo había conocido en la Ciudad de Buenos Aires a fines de diciembre de 2021. En febrero de 2022 se va con él a la casa donde ella pasaba el verano y planificaba irse a vivir .
"Vecinos y amiga de mi mamá notan como en ese mes el tipo la cambió, la aislaba, la controlaba", dice a Cronica.com.ar la hija mayor de la víctima Daiana Silva Damiani, ella en ese momento vivía fuera del país y regresó tras el femicidio.
"El 11 de marzo ella da aviso que el 14 de marzo estaría en Buenos Aires. El 12 de marzo es el ultimo día que vecinos aseguran haberla visto. El él sale de la casa alcoholizado, va al almacén de enfrente y dice llorando que amaba a Marcela y que no podía cambiar. El 14 lo ven salir con dos bolsos", relata Daniela, de eso se enteraron después, también de que lo habían visto en la feria vendiendo solo cuando siempre iba con su mamá.
"Hacia un mes ella tenía el celular roto y se comunicaba a través del celular de él. La madrugada del 13 mi hermana recibió un mensaje escrito diciendo que era mi mamá junto a una foto de ellos paseando. El mensaje decía que este hombre era el amor de su vida y le cuestionaba a mi hermana que estuviera viviendo en la casa. Mi mamá mandaba audios o llamaba por teléfono, jamás escribía. Además de que era imposible que el cuestinara a mi hermana que esté en la casa familiar. Hoy presumimos que ella ya estaba muerta", dice Diana, que ahora vive junto a sus hermanos, la más chica tiene 13.
"Él la había distanciado de todos los vecinos y la había hecho pelear con su amiga de allá. Como mi abuelo ni mis hermanos se podían comunicar con mi mamá, le piden a la amiga que vaya hasta la casa. Ella la ve cerrada, pero no como lo hacía cuando regresaba a Buenos Aires", recuerda la hija. Pero los días pasaban y seguían sin saber nada de ella.
"Cuando hizo una semana mi abuelo llamó otra vez a la amiga y le pide que entre a la casa para ver qué pasa. Ella se asoma por un vidrio roto y siente olor a podrido. Pide ayuda a los vecinos, llaman a la policía y mi abuelo pide que entren", cuenta Daiana y agrega que Daniela, la amiga de su mam, entró con los efectivos. Fueron ellos lo que la encontaron en la cocina y no dejaron que la vea. Pero si pudo ver que había sangre.
"Yo a él no lo conozco porque yo no estaba en el país. A nadie de la familia le agradaba, pensaban que no era para mi mamá. El en Córdoba empezó a manejarle la vida. A la amiga si llegó a decirle que le tenía miedo", dice la hija.
"Recien el día 20 cuando la encuentran en estado de descomposición. La investigación quedó a cargo de la fiscal Paula Kelm. Primero pusieron averiguación de causales de muerte. La escena en la casa hablaba por si sola que habia sido un homicidio. La única persona que convivió con ella ese mes en la casa de vacaciones nuestra se dio a la fuga", resalta Daiana
"Recién un mes después cambiaron la caratula y pasaron 15 días más para que dieran la orden de captura. Ahora me dicen que cree que está en Buenos Aires y es que muy grande para buscarlo. Una amiga de mi mamá que lo conocía de la feria dio todos los datos de donde podía estar pero cuando lo fueron a buscar ya no estaba", agrega.
"Ahora hay secreto de sumario y ni siquera nos quieren decir los resultados de la autopsia. No sé cómo mataron a mi mamá. La causa se encuentra en homicidio doblemente calificado por el vinculo con violencia de género y hurto", sostiene la hija que junto al resto de a la familia reclama Justicia.
Cuando define a su mamá dice: "Ella era sociable, alegre, amiguera. Todo lo que no la dejaron ser mas en el transcurso de un mes. Cuidaba, curaba y daba en adopción perritos".
En ese mes que vivío con el acusado en Córdoba los vecinos le contaron que "con el poco trato que tuvieron con él se percibía que era imponente y que mi mamá evitaba desenvolverse normal frente a él. Que la espiaba por la ventana cuando iba a comprar sola. Y que evitaba que vaya a cualquier lado sola"