Por Profesor Antonio Las Heras (*)
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Vamos a contar la historia y un poco más de la Parapsicología. Es sencillo rastrear indicios de actividades parapsicológicas en todas las culturas de todos los tiempos. Basta mencionar los oráculos (el de Delfos pasó a la fama) y en todo Oriente, donde las escuelas de sabiduría tales como la de Sais (Egipto) de dónde proviene lo que se conoce sobre la Atlántida.

El humano de la antigüedad tenía lo que hoy se dice “mágico” incorporado a su vida cotidiana. Advertía la existencia de fenómenos que lo superaban, que no lograba entender, incorporándolos a su cultura. No los negaba necia e ilógicamente, como suelen hacerlo hoy ciertas áreas del conocimiento racional que lo categoriza todo, aún el alma, el espíritu y los recónditos recovecos de la mente, aunque se trate de conceptos tan distintos a los restantes. Las neurociencias no pueden explicarlo todo.

La vivencia mágica, entonces, fue parte común a la vida de aquellas culturas hoy extinguidas. No comprendieron, tal vez; pero, con notable lucidez aceptaron algo que no puede negarseà porque es parte nuestra. Sin embargo, por el hecho de que en un oráculo se produjeran fenómenos de clarividencia (y no habrá referencia a la sabiduría del I Ching, que se verá en otra nota) se puede decir que allí nació la Parapsicología.

Así como no se habla de ciencia médica en relación a un grupo tribal de Oceanía, aunque sus miembros tratan con éxito la quebradura del hueso craneal.

Porque la Parapsicología no produce fenómenos extrasensoriales y psikinéticos, que los ha habido desde el nacimiento mismo de la especie; se trata del estudio, análisis e investigación de esos hechos valiéndose de parámetros generales de la ciencia, tal como en ciencias humanísticas. llustres figuras la estudiaron, incluso, Sigmund Freud.

No deja de ser reveladora la observación del proceso investigativo y de los pensamientos que mantuvo al respecto. Si bien entre 1894 y 1904, en pleno auge del espiritismo, publicó artículos para demostrar que existen explicaciones racionales sobre algunas supuestas coincidencias, luego varió radicalmente su forma de pensar.

Se cree que para alguien inquisitivo y abierto a la investigación, las evidencias terminaron por demostrarle que había algo. Así, en su tercer trabajo (1921), afirma que ya no parece posible dejar a un lado el estudio de hechos llamados ocultos. En 1925 Freud publicó otro artículo donde afirmaa su convencimiento de que es posible transferir recuerdos cargados de emocionalidad especialmente en el momento en que una idea emerge del estado inconsciente a la conciencia.

Se advierte que el vienés no duda sobre la realidad de la transmisión a distancia de un pensamiento; pero para que ello ocurra debe mediar una carga afectiva muy intensa. Carl Gustav Jung, primero discípulo de Freud, luego disidente y al final creador de la escuela psicológica de los Arquetipos, fue un relevante científico, muy interesado en la fenomenología parapsicológica. Estaba convencido de la importancia de lo parapsicológico en el estudio e indagación de la mente humana.

El tema ingresa a su teoría del inconsciente colectivo donde tendrían nacimiento hechos que importan a la parapsicología. Su tesis cuando se recibió de doctor en Medicina (1902) se titula “Acerca de la Psicología y la Psicopatología de los llamados fenómenos ocultos”.

No es extraño que tanto a Freud como a Jung les interesara lo extrasensorial. No sólo por lo científico en sí. También influyó la época en que vivieron sus juventudes y el auge del espiritismo, que los atrajo. ¿Qué es el espiritismo? Se inició en 1847 cuando las hermanas Fox se presentaban en Estados Unidos al público en salas y teatros.

Afirmaban estar en comunicación directa con entidades espirituales (humanos desencarnados) con quienes se comunicaban en sesiones mediúmnicas, cuando entraban al “estado de trance” y se manifestaban ruidos, voces y sonidos de origen desconocido que oían los presentes y se los llamó raps. Durante las sesiones de las Fox y de una legión de médiums que aparecieron luego, la clave era: un rap (o golpe) significaba que el espíritu respondía afirmativamente; dos raps indicaban lo contrario. Luego de las controvertidas Fox, el espiritismo ganó terreno.

Primero pasó al Reino Unido y después al resto de Europa. A fines del siglo XIX, la gente actualizada e inteligente adhería al espiritismo. Los teatros se colmaban con funciones en los que médiums volaban por los aires (levitaban), adivinaban lo escrito en papeles que no habían visto y revelaban secretos desconocidos para los presentes. Igual sucedía en varias casas donde los dotados convocaban espíritus.

La gente se convencía de estar en comunicación con muertos y que la vida en el más allá era hecho comprobado. Empero, muchos supuestos médiums fueron desenmascarados al demostrarse trucos para levitar, hizo que el espiritismo pasara de moda y pasó a practicarse por pocos en forma privada.

Sí derivó en un nuevo culto que aún hoy existe. La investigación de dichos sucesos ocultos englobados en el espiritismo hacia fines del siglo XIX y principios del XX, motivaron la necesidad de ampliar el saber científico al respecto, dando origen a la Parapsicología entendida como ciencia o disciplina humanística, que se formuló en 1893 por el médico alemán Max Dressoir, aunque el.término recién comenzó a usarse luego de 1930, al crearse la primera cátedra de Parapsicología en la Universidad de Duke (EE.UU.), a cargo del célebre doctor en Biología Joseph Banks Rhine, de inmediato, en el mismo ámbito académico se encauzan en la metodología científica.

Otros institutos y universidades en el mundo abren cátedras y gabinetes de investigación. El humano va camino al conocimiento de sus más íntimas e ignoradas capacidades que permiten la realización de proezas sorprendentes. Conocer el futuro. Mover objetos sin tocarlos. Comunicarse mente a mente a través de la telepatía. Elevarse en el aire sin mediar fuerza física conocida; la levitación. Y tantos otros fenómenos igual de singulares. La Parapsicología acababa de nacer.

DEL GRIEGO... DEFINICIÓN, “AL LADO”

La parapsicología no es un término preciso, epistemológicamente hablando. Su definición nominal del término muestra al prefijo griego “para”, que significa “al lado”. No “más allá”, ni “arriba”, ni a un “costado”; al lado. Se entiende como lo que está al lado de lo psicológico. Es válido porque esos fenómenos no son sucesos extraños del más allá, ni originados por una fuerza misteriosa”de arriba”.

Los produce la persona misma, por lo usual inconscientemente. Y por ser mecanismos que, si bien no corresponden lo psicológico, se vincula mucho a tal ámbito y además comparten ambos la condición no física de su esencia.

COMPRENSIÓN: UNA CIENCIA QUE ESTUDIA ASPECTOS DE NOSOTROS MISMOS

La Parapsicología es una rama nueva de las muchas ciencias aparecidas en los dos últimos siglos, y que en algunos países y niveles científicos, todavía no ha sido suficientemente tenida en cuenta, o reconocida en su real dimensión.

Seguramente esto puede llegar a pasar debido al tradicional temor al cambio y porque los seres humanos en general tememos a todo aquello que fuere desconocido, particularmente si procede de nosotros mismos.

Quizá resulte mucho más sencillo encarar el estudio de los planetas que componen el Sistema Solar, con toda la impronta y enormes contratiempos que pudieren surgir, que ello que decidirse a conocer definitivamente las estructuras íntimas que construyen a cada ser humano tal como es.

Después de todo, es analizarnos a nosotros mismos, y eso siempre conlleva a la posibilidad de cruzar límites. En medio de ese contexto, la Parapsicología nos muestra caminos, cuyas técnicas de tránsito son varias, algunas poco exploradas, para conocer esa parte humana poco estudiada e igualmente vital por entenderlo: los más profundos procesos de la mente, esporádicos, algunos que, realmente, desafían a las leyes físicas clásicas, aunque la modernísima Física Cuántica permite explicarlos sin mayores dificultades.

Aún sucesos extrasensoriales como la precognición. Si. La Física Cuántica tiene modelos explicativos sobre cómo es posible conocer hoy hechos que aún no se han producido y que recién tendrán lugar en lo que entendemos como “futuro.” Por eso mismo, entiéndase bien: la Parapsicología tiene una breve Historia. Y, también, claro, su prehistoria. De esto se trata esta nota.

EMINENCIAS... HASTA FREUD LO ESTUDIÓ

Los más eminentes investigadores de la mente humana se ocuparon de estos fenómenos que, ahora, en muchos casos, parecen ser soslayados por científicos y lo que es peor mirados como si fueran siempre producto de falsedades, charlatanismo y supercherías.

Y, aunque así fuera, como fenómeno social repetido en todas las épocas y en todas las culturas debiera investigárselo en profundidad para conocer las auténticas causas que lo provocan. No es actitud aconsejable a un científico íntegro la de negar una cosa sin antes haberla indagado suficientemente y comprobado de manera irrefutable la existencia de errores, falsedades, desaciertos metodológicos o cualquier otra cosa que conduzca a afirmar que no hay valor en esos temas.

En ese contexto, Contrariamente a lo que genéricamente pueda creerse, Sigmund Freud, sobre cuya personalidad es inútil referirse, dado lo difundido de su trabajo y prestigio, se interesó por los fenómenos parapsicológicos. Así se desprende de la lectura de seis artículos suyos específicamente referidos al tema.

En sus Obras Completas se puede leer “El sueño y la telepatía”, publicado en 1922 en la revista Imago. También existe otro artículo, titulado “Psicoanálisis y telepatía”, que se publicó en 1941 en sus Obras Completas. Son trabajos especialmente relacionados con las investigaciones psicoanáliticas que Freud realizaba, algo que lo acerca a la ciencia.

(*) Doctor en Psicología Social, filósofo y escritor. Magister en Psicoanálisis. Pte. Asoc. Arg. Parapsicología y de la Asoc. Junguiana Argentina