"Esto siento que ya lo viví, o que lo conozco”, es la típica frase que la mayoría de las personas dice cuándo se encuentra al experimentar una situación que creen haberla vivido o conocerla. A esta experiencia se la llama “Déjà Vu”, y en su mayoría todos piensan que se trata de una acción ya vivida, pero ¿si esto no fuera así y en realidad se estaría viviendo el mismo acontecimiento, en el mismo tiempo pero en planos diferentes? ¿De qué se trata?

Etimológicamente, la palabra Déjà Vu se considera más que el término “ya visto”en francés. Muchos expertos indicaron que existen diferentes variedades del Dejá Vu, dependiendo del tipo de vivencia. Entre la variedad se encuentran: Déjà Senti (ya sentido), Déjà Vecu (ya vivido) y Déjà Visité (ya visitado); y existen similitudes entre ellas.

En el ámbito de la ciencia, la explicación más compartida entre los científicos se relaciona con el proceso de almacenamiento de memoria. Basándose en la ciencia, los expertos consideran que lo que ocurre es un pequeño lapsus o retraso a la hora de percibir el estímulo externo y por ello da la sensación de que ante los ojos de las personas se percibe algo ya vivido.

A pesar de estas creencias, el Déjà Vu no escapa del plano paranormal, y varias son las versiones al respecto, ya que no existe una teoría aceptada por unanimidad. Lo asombroso de esta experiencia es que algunas personas llegan a reconocer a tal punto la situación que están viviendo que pueden narrar lo que sucederá luego o dar detalles sobre un lugar que ven por primera vez.

Deja vu
La sensación de haber vivido ya algo aparece de modo súbito y dura unos 30 segundos.

Es por estas razones que la sensación de Déjà vu puede ser tan intensa que parece estar asociada con los aspectos místicos de la vida. Esa sensación única La sensación de Déjà vu no dura más de 30 segundos (aunque en ciertos casos el tiempo se aumentó hasta 60 segundos) el fenómeno en sí es extremadamente difícil de estudiar.

El gran interrogatorio sobre a qué se refiere esta experiencia, trató de responderlo Sigmund Freud. El fenómeno fue descrito por el notable médico, como “paramnesia”, fue generalmente aceptada por un largo período del siglo XX.

En el comienzo de los avances para descubrir de qué trata esta experiencia, se encontraba el psiquiatra Alan Brown de la Universidad de Duke en los Estados Unidos y su colega, la doctora Elizabeth Marsh, una teoría conocida como “la teoría de la atención de reparto a los mensajes subliminales”.

Una de las pruebas realizadas por estos científicos, constó en presentarle a un grupo de estudiantes una serie de fotografías de lugares que ninguno de los sujetos había visto en su vida. Poco antes de comenzar con estas pruebas, los investigadores habían utilizado mensajes subliminales con los participantes (las imágenes duraban de 10 a 20 milisegundos, lo suficiente para que una persona se le quede grabada la imagen en el cerebro, pero no lo suficiente como para que sea consciente).

Lo llamativo del experimento fue que los participantes percibieron un extraño sentido de familiaridad con las imágenes de las fotografías, pero rápidamente esta teoría fue revocada porque hubiese sido la prueba factible de la utilización de elementos externos para el control de la sociedad.

Otras de las tantas teorías científicas, como es el caso del holandés Herman Sno, que comentó que el cerebro trabajaba como un holograma; o Robert Efron, quien dio a luz la teoría de procesamiento dual. Pero la realidad es que ninguna de las teorías científicas ha podido ser demostrada.

Sueños premonitorios

Frente a las observaciones en los participantes, los Déjà vu tienen un punto en común con los sueños premonitorios. Ampliando un poco más el marco de los estudios, las personas de todo el mundo informaron estar en un lugar y haber vivido la sensación de Déjà vu, pero sumado a que esa situación ya la habían soñado antes.

Después de más de 100 años estudiando el fenómeno los científicos reconocen que las teorías emitidas en el siglo pasado no son suficientes para explicar este sentimiento misterioso.

¿Capacidad o experiencia?

Cabe destacar que la comunidad científica es muy grande, por lo que una gran parte está en desacuerdo con las teorías de otros. Este grupo de expertos que no se conforma con la teoría descrita, sugiere una relación entre el Dejà vu y el fenómeno de la precognición, clarividencia o percepciones extra-sensoriales y consideraran el fenómeno como una prueba indudable de la existencia de las habilidades psíquicas de la mayoría de la gente.

Ufología y conspiración

Entre tantas teorías, muchos ufólogos creen que el Déjà vu es un salto de espacio y tiempo producido por abducciones alienígenas como consecuencia de la represión y el control en la memoria de esos seres desconocidos. Según un estudio realizado con sesiones de Hipnosis sobre personas supuestamente abducidas, el 80% de los casos tenían alguna relación con el Déjà vu.

En tanto, las teorías conspirativas establecen un paralelismo sobre el dejà vu y las técnicas del control del tiempo. Consideran que la apertura de puertas dimensionales o la del espacio-tiempo, que derivarían como consecuencia una modificación de nuestro sistema temporal en el cerebro. Eso explicaría el elevado porcentaje de personas con esta sensación y el hecho de que la comunidad científica no haya podido explicar este fenómeno.

A pesar de la existencia de tantas teorías, no existe una unanimidad en las ideas de las personas en por qué es lo que se experimenta. Lo único que se conoce hasta la fecha es que la mayoría de las personas ha experimentado alguna vez esta sensación a cualquier edad y momento.

El desdoblamiento 

El científico cuántico francés Jean-Pierre Garnier Malet habla de Déjà Vu, pero sin desvincularlo del desdoblamiento, todo lo contrario. El experto presentó la teoría del desdoblamiento del tiempo en el American Institute of Physics, de Nueva York, durante 2006. Esta teoría del desdoblamiento aborda estas preguntas de manera revolucionaria y permite formular teorías que amplían los límites de las fronteras impuestas por la física moderna. Una teoría desarrollada por la física cuántica establece que, sin observación, nada existe; es decir que sin la presencia de un ser consciente que observe lo existente, la creación no tendría sentido. Para entender mejor este concepto hay que diferenciar al observador del espacio observado.Uno puede ser considerado como observador del tiempo en el que sencillamente existe (presente) y de su propio horizonte de observación (realidad observable). Asimismo, esta teoría del desdoblamiento aborda una realidad muy distinta de la que estamos acostumbrados y la que conocemos como el “aquí y el ahora”. ¿Qué pasaría si de pronto tomáramos conocimiento de que existimos proyectados en otra realidad en la que operan otras funciones y leyes espacio-temporales?. Una teoría cada día más aceptada.

Plasmarnos y vernos desde otro punto

La física cuántica nos abre a la posibilidad de que una parte de nosotros mismos exista desdoblada de nuestro cuerpo físico, y más allá de nuestro flujo lineal del tiempo. Dicha teoría establece que existe un mismo observador, con dos horizontes distintos de observación. Esta realidad permitiría explicar lo que en disciplinas místicas es conocido como “revelación” o “premonición”, que en principio nada tendrían que ver con lo cuántico, pero ya vemos que no sería así. Bajo esta teoría, nuestro propio ser espiritual podría tener una amplitud de existencia en la que el horizonte observable fuera mayor y se manifestara en una realidad dimensional superior en la que pasado, presente y futuro existan como un tiempo paradójico y dependiente de las decisiones que tomemos en nuestra realidad física.

Observarse a sí mismo

¿Qué significa eso? Que el tiempo es una matriz moldeable, y de acuerdo a las decisiones tomadas en el pasado determinamos la realidad presente y predeterminamos un destino futuro. Sería como vivir desdoblados en dos realidades temporales distintas y que tan sólo fuéramos conscientes de una, la que vivimos y nos atrapa en el presente. El observador de la realidad del “aquí y ahora” ignora al observador desdoblado puesto que desconoce su horizonte de existencia y su tiempo de observación.

El Déjà Vu es uno de los fenómenos del ser humano que mayor misterio entraña, por lo que se continúan realizando estudios y así comprenderlo, ya que si bien son muchas las variables y las investigaciones efectuadas no arrojan aun resultados claros.

Investigar para entender 

Un grupo de jóvenes investigadores presentó un póster sobre los resultados de una curiosa investigación que evaluó la relación entre las creencias paranormales y la frecuencia con la que las personas experimentan los Déjà vu.

Breves datos de los resultados

La investigación reclutó a unas cien personas a las cuales se les aplicó una escala que permitía conocer sobre sus niveles de estrés percibido, la creencias de experiencias paranormales y las creencias sobre los casos deDéjà vu. Sus análisis mostraron un poderoso vínculo entre las creencias paranormales y la frecuencia, disfrute e intensidad de losDéjà vu. Así también encontraron una relación con el estrés, pero sólo en cuanto a la intensidad y duración de los episodios.

Los resultados

Estos resultados cuestionan la idea de que el estrés sea un disparador de los episodios de Déjà vu, un factor que había sido considerado por investigaciones previas pero que no habían considerado las creencias paranormales. Los autores explican que los Déjà vu podrían formar parte normal de la vida de aquellos que están más abiertos a ese tipo de experiencias en vez de interpretarlos como consecuencia de eventos negativos. Aún no se conoció el resultado final del estudio, pero varios científicos dijeron estar interesados en participar de este método. Los datos se dieron a conocer en la web especializada en investigación, AlphaGalileo, luego de darse la última conferencia anual del British Psychological Society.