Una situación paranormal tuvo lugar el miércoles por la tarde en el barrio Maldonado de Córdoba capital. Desde ese momento que en la vecindad no se habla de otra cosa.

Frente a una de las veredas que da al Cementerio San Vicente se ubica una hamaca en la cual juegan los chicos que circulan por la zona. Sin embargo, nadie se hubiese imaginado que cuando no hay nadie, una de las sillas de esta hamaca, que posee tres asientos, se balancea sola.

El extraño hecho fue capturado en video por el presidente del Centro Vecinal de ese sector. Cualquiera podría decir que se trata de un fenómeno provocado por el viento, que genera ese movimiento. Podría ser, pero en ese caso no se justificaría que solo se moviera un asiento y no los otros dos.

Una vez que el video comenzó a difundirse entre las personas que habitan la zona, alguien lo publicó en las redes sociales, donde comenzó a viralizarse rápidamente hasta llegar a distintos puntos del país.

Como era de esperarse, el clip generó distintas reacciones en los usuarios de las plataformas que observaron atentamente como se movía la hamaca. La realidad es que este no es el primer caso que sucede en el país, de hecho en varias ciudades de la Argentina se produce el extraño fenómeno.

Hay personas que aseguran que estos vídeos o imágenes están “trucadas” para generar furor en las redes. Sin embargo, hay muchas otras que creen que son situaciones paranormales, genuinas y que están convencidas de qué seres extraños como espíritus visitan la tierra desde otros planos.

Otro misterio que causó piel de gallina en los vecinos de Tandil

Fue a fines de junio cuando una vecina del Tandil difundió un escalofriante video que muestra cómo una hamaca se mueve sola mientras las otras se mantienen estáticas en una plaza sola y desolada de la ciudad.

En la grabación se puede ver una plaza desolada, sin niños divirtiéndose y cubierta del frío polar que azota a la ciudad. Una hamaca iba de un lado a otro como si alguien se estuviese balanceando, mientras las otras dos permanecían estáticas en sus lugares.

En diálogo con un medio del interior, la joven explicó: “Iba caminando después de dar la vuelta al dique después de trabajar y en la Plaza de los Pájaros me encontré con esa secuencia: una sola de las hamacas estaba en movimiento, y nadie se había levantado o había estado jugando”.