Suele pasar. Todos los frentes que se conforman con la finalidad de acceder al poder sufrir temblores. Y en este caso no hay ninguna excepción. Las diferencias fuertes aparecen en las derrotas y esta no será ni la primera ni la última vez que suceda en el marco de la política argentina.

Vaya un repaso de los últimos mandatos que llegaron a la Casa Rosada , acuerdo de fuerzas mediante, para ver qué fue lo que sucedió en la mesa de las negociaciones para ganar una elección y qué pasó cuando cayeron en las votaciones de medio tiempo. Sólo pensar y repasar. La caída del Frente de Todos, en las PASO del 12 de septiembre pasado , marcó un punto de inflexión en lo que vendrá de aquí hasta el 2023.

La oposición al gobierno de Alberto Fernández intenta sacar ventaja sobre los quiebres en el oficialismo, pero hay que tener en cuenta que la política es el arte de lo posible. Y lo que hoy aparece como un dolor de cabeza, como puede tener el gobierno actual, quizás sea un cambio de ruta que pueda ser beneficioso en el corto o mediano plazo.

La calma y el análisis pueden beneficiar en el momento de tomar medidas y eso es lo que tiene que hacer el presidente de aquí en adelante. Esta conjunción que se oficializó hace más de dos años tuvo como finalidad llegar al sillón de Rivadavia. Y lo lograron: la idea de ganarle el partido al ex primer mandatario Mauricio Macri se concretó.

Pero ya pasaron dos años y además hubo que enfrentar una pandemia, eso ya es pasado. La mirada debe estar puesta en el futuro. Sin embargo, ahora, deberá medir cada centímetro las decisiones que tome de aquí hasta las próximas elecciones. O sea, el 14 de noviembre. Allí se definirá cómo estará conformado el nuevo Congreso Nacional.

Todos saben que el Parlamento marcará el paso de los próximos 700 días y habrá que caminar sobre seguro para seguir con las ideas en curso. Por ejemplo, la semana que viene ingresa por la puerta de Callao el Presupuesto 2022 y la intención es votarla lo más rápido posible. Más allá de los nombres y de los cargos, la convicción debe seguir siendo el camino elegido, aunque a veces hay que doblar en la esquina correcta para no errar el destino.

En el léxico de una tribuna, hay que parar la pelota, levantar la cabeza y mirar todo el campo de juego . Es momento de reflexión y decisiones firmes. Pero con la intención concreta de darle oportunidades a los que menos tienen y buscar una sociedad más igualitaria y justa. Las diferencias seguirán apareciendo. La derrota del oficialismo debe servir para los que gobiernan. El tiempo dirá si lo que sucedió en las PASO sirvió para aprender. Es cuestión de esperar. 

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