Esta jornada electoral marcará la primera que tendrá que afrontar el gobierno de Alberto Fernández. Ya van casi dos años desde que asumió como presidente y las urnas serán un termómetro de lo que fue su gestión hasta el momento.

Pero más allá de eso, el lunes 13 ya será otro día y habrá tiempo para mirar hacia atrás y analizar, según el resultado, lo que dejaron los sufragios en las PASO 2021. Sin embargo, la necesidad global será la misma, porque no habrá cambios, en 24 horas, de la realidad que hoy se despliega por todo el territorio nacional.

Desde julio de 2020 a julio de 2021, por ejemplo, la inflación alcanzó el 51, 8 por ciento y allí es donde habrá que batallar para lidiar con esos números que afectan a cada momento a todos los habitantes del país. Un combate permanente para que esos dos dígitos comiencen a desacelerarse, tarea compleja si la hay.

Tan complicada como sacar de la pobreza a ese 42 por ciento de la población que aún no lograr pasar esa pesada barrera y poder ascender a una clase media que suele ser el corazón de la nación. No son sólo números, son personas con carencias, con dificultades para alcanzar una vida digna. Quizá un poco menos que ese 10,5 por ciento de los casi 46 millones de habitantes que se encuentra enmarcado dentro de la indigencia.

La lupa, además, no sólo estará puesta allí, sino que también para analizar y ver cómo se mejora el ingreso y de qué forma se pueden crear fuentes de trabajo. Una Argentina que viene golpeada. Tanto que una familia tipo necesita arañar, hoy, los $100 mil para poder vivir con un poco de holgura y meterse en el universo para muchos, desconocido de manera voluntaria. Estos son números que manejan los economistas y especialistas en la materia, pero que deben afrontar los dirigentes políticos. Será también una medición del tratamiento de la pandemia y de un sistema de salud que tiene cerca de 18 mil hospitales públicos y privados y que recibió a aquellos pacientes que le pelearon duro al Covid 19, una de las pandemias más feroces de la historia. 

Muchas cosas no se discutieron durante los días preliminares a estas PASO. Salud, educación, seguridad, deportes, ciencia, temas que casi no aparecieron en el vocabulario proselitista. Pero más allá de quién sea el ganador hay muchos para hacer. Hay que defender el voto, el sistema democrático por sobre todas las cosas. Y hay que comenzar a buscarle soluciones a todos los habitantes, sin excepción. Pero primero a los que más necesitan.