Una mujer que se desempeña como mesera recibió una llamativa propina por parte de uno de los comensales y le cambió la vida para siempre debido a que un grupo de compañeros le exigió repartir el monto que había ganado con ese boleto de lotería obsequiado en su puesto de trabajo. 

Ganar la Quiniela es una de las mayores fantasías que tiene un sector de la sociedad porque los premios que se ponen en juego, que tienen la potencialidad de convertir en millonarios a los afortunados.

En muchos casos, ganar este tipo de premios es algo positivo porque le permite a los ganadores cumplir muchas metas y objetivos propuestos en sus vidas cotidianas, pero en otras ocasiones, puede ser una tortura por las complicaciones que genera. 

Ganó la lotería, pero sus compañeros reclamaron el premio

El caso de Tonda Dickerson, fue muy particular porque, en 1999, trabajaba como mesera en un restaurante en Estados Unidos, luego de que uno de los comensales que atendió le regaló un boleto de lotería, con el que ganó 10 millones de dólares y recibió múltiples críticas de sus compañeros. 

Una empleada ganó una fortuna por una propina.

Un grupo de trabajadores del restaurante consideró que el premio había sido obsequiado como parte de las propinas del día, y según la política del lugar, debería ser repartido el premio en partes iguales entre los empleados.

Esta situación le causó una serie de conflictos legales, debido a que sus compañeros decidieron elevar una demanda judicial en su contra para hacerse con parte del botín debido a este acuerdo verbal en los restaurantes. Sin embargo, este petitorio no tuvo curso, ya que no tomaron esto como un motivo válido para que la mujer no se lleve todo el premio. 

Mesera tuvo una propina millonaria y se pudrió todo con sus compañeros.

Otra de las demandas que tuvo en su contra la mujer fue por parte de Edward Seward, el cliente en cuestión que le había obsequiado el boleto ganador, quien le solicitó a la mesera del restaurante una parte del premio. 

Además, el cliente reconoció que había sido contactado por sus compañeros de trabajo para ponerlos en conocimiento de la demanda que le habían iniciado a la ganadora, y que le habían prometido la compra de una camioneta de manera de agradecimiento. 

Le pidieron repartir el premio de lotería y terminaron en la justicia.

Algunos de los conflictos que afrontó esta mujer fue una deuda tributaria por un millón de dólares, luego de crear varias corporaciones asociadas a familiares para reducir los impuestos del premio que había obtenido.