El “amigo invisible” es una de las costumbres más viejas en la época de fiestas, en donde un grupo de personas acuerdan darse regalos, pero sin conocer quién es el que da y el que recibe, para poner un poco de suspenso a la situación. 

Y esta iniciativa suele surgir mucho en los trabajos, un ámbito donde los empleados juegan entre ellos para poder conocerse un poco más y poder tener un obsequio de Navidad o Año Nuevo

En este marco, muchas historias surgen alrededor de estos momentos, en donde la vergüenza ajena, no falta, se vuelven virales. Y así le pasó a una joven, que quedó en la historia por un increíble momento. 

Se trata de Lori Janes, una mujer de Kentucky, en Estados Unidos, tuvo un momento que le cambió la vida para siempre cuando un compañero de su trabajo le regaló, inesperadamente, un ticket de lotería por Navidad en el marco de un “amigo invisible”

El primero de los boletos que abrió le dio un premio mucho menor a lo que vendría después: luego de raspar y raspar, consiguió ganar 50 dólares, que son un poco más de $8.700. La situación generó risas entre los presentes. 

Sin embargo, la empleada no frenó y continuó con el resto del mismo ticket, el cual tenía una sección llamada "Hit the Jackpot", que traía un premio muchísimo más grande de ser conseguido. 

Luego de raspar dicha parte del boleto, se enteró de que había ganado 175.000 dólares, que corresponden a un monto apenas menor 30 millones de pesos. Al ver el resultado, ella saltó y festejó, mientras que sus compañeros no se quedaron atrás con la reacción. 

Lori, sorprendida con lo que vivió.

“Todos se estaban volviendo locos. La gente sacaba sus celulares y volvían a verificar. Un par de personas incluso escanearon el boleto en la aplicación de la lotería solo para asegurarse", relató la mujer.

Cómo reaccionó su familia luego de ganar una fortuna en un juego de “amigo invisible”

Lori, sin poder creer todavía lo que le estaba pasando, intentó llamar a su familia para contarles lo que le había sucedido. Sin embargo, su esposo y sus hijos no le creían lo que estaba pasándole. 

"Pensamos que no había visto bien, pero luego escuchamos a la gente en el fondo celebrando, y se volvió real", indicó el marido.

Según comentó la mujer, después de todo lo que vivió, una vez que le saquen los impuestos, usará el dinero para pagar los préstamos que pidió para pagar la universidad de sus hijos y el auto que compró.