Una mujer se hizo de una incalculable fortuna en la Quiniela. Sin contarle ni una palabra a su esposo, le pidió el divorcio con el fin de no compartir el premio y quedarse con todo, pero un insólito descuido arruinó su plan y se quedó, lógicamente, sin nada. ¿Qué pasó?

Para conocer más detalles de este increíble relato nos tenemos que trasladar al estado de California, en Estados Unidos, donde vive la protagonista de esta historia que no hizo más que violar una de las leyes estatales del mencionado distrito.

Corría el año 1997, más precisamente enero, cuando Denise Rossi sorprendió a Thomas Rossi, su esposo, al pedirle el divorcio: sin dar explicaciones, a las apuradas y sin mucha vuelta, la mujer quería ponerle punto final a su feliz y sólida relación de más de una década.

Nuestro hombre continuó con su vida como pudo, luego de “velar” el vínculo con su amada, y trató de salir adelante. Sin embargo, los caminos de la vida no son lo que uno espera, como dice la canción. 

Es que, un día, Thomas se enteró que su mujer había ganado dos años atrás, cuando todavía mantenían su matrimonio, una espectacular fortuna en la lotería, por lo que le correspondía compartirla con su esposo.

¿Cómo se enteró? Es que un correo mal dirigido llegó al buzón de su casa: se trataba de una carta para su exesposa que llevaba la firma de Statewide Funding, una empresa que paga las sumas globales por premios de lotería.

La carta, a la que tuvo acceso el medio local Los Angeles Times, rezaba: “La compañía ha ayudado a cientos de ganadores de lotería, como usted, en todo el país para recibir un pago global por el valor actual de sus futuros pagos anuales de lotería”.

Impactado, más no ingenuo, Thomas empezó a preguntarse qué era esta carta y arrancó una investigación que lo llevó a la Comisión de Lotería del Estado de California, en donde le confirmaron que Denise había ganado más de 1.3 millones de dólares a tan solo 11 días de haberle solicitado el divorcio.

Se pudrió todo: se enteró que su esposa ganó la lotería y le pidió el divorcio para quedarse con todo

El vencido exesposo tomó toda la información que tenía y no se quedó cruzado de brazos. Es que, según las leyes de propiedad comunitaria de California, Thomas tenía derecho a recibir la mitad del premio por haber estado casado con ella al momento de su triunfo.

Todo arrancó con una demanda que fue seguida de audiencias e investigaciones que llevaron a Richard Denner, un juez de la corte familiar de Los Ángeles, a dictaminar que Denise había violado las leyes estatales de divulgación de activos y le ordenó dar todas sus ganancias a su exesposo.

El juez, perteneciente al Tribunal Superior, determinó que la mujer obró por fraude o malicia con el fin de que su entonces esposo “pusiera sus manos” en el dinero. Y si bien ella intentó un último “manotazo de ahogado” al señalar que el boleto ganador había sido un regalo de un amigo, Denner decidió no cambiar su fallo. “El que come y no convida…”